Las entidades en proceso de liquidación o disolución deben evaluar su situación y establecer si la afectación implica un cambio de base integral de contabilidad, precisó el Consejo Técnico de la Contaduría Pública.

Lo anterior, teniendo en cuenta el principio de “negocio en marcha”, que es una hipótesis fundamental de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Por lo tanto, si es inminente la liquidación o disolución de la entidad, no sería aplicable el marco técnico normativo que se haya definido para el grupo al que esta corresponda.

De otra parte, la entidad indicó que no existe una norma específica de información financiera para entidades en liquidación. Sin embargo, recordó que la Circular Externa 115-006 del 2010 de la Superintendencia de Sociedades imparte instrucciones sobre el procedimiento contable de entes económicos sujetos a su inspección, vigilancia y control en procesos de disolución o liquidación.

(Consejo Técnico de la Contaduría Pública, Concepto 299, oct. 3/13)

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