Cultura y derecho
Pensando el siglo XX
12 de Noviembre de 2012
José Arizala |
Vivir 95 años es vivir casi un siglo. Una edad muy adecuada para un historiador, un hombre cuya misión es contar los hechos de sus contemporáneos y de las generaciones que ya se despidieron de este mundo. Más aún si se ha nacido a orillas del mar más antiguo y culto de la historia del hombre: el Mediterráneo, en Alejandría, una ciudad llena de historia y de misterio, donde se han encontrado los pueblos, después de navegar en muchos ríos y atravesar las montañas y el desierto. Y a corta distancia de las pirámides que resisten las tempestades de arena para resguardar a algunos de los gobernantes y dioses más antiguos. El núcleo de su pensamiento es repasar el tránsito de los siglos y, al mismo tiempo, adivinar el curso futuro del género humano. El historiador es un testigo, un reportero y un soñador de lo que vendrá. Él vive y espera lo que sucederá antes de que terminen los años y llegue la hora de subir a los cielos o desaparecer en el tiempo.
Además Eric Hobsbawm pertenece a un pueblo que ha escrito libros que recogen las voces de los dioses y han dado lugar a las religiones universales, como el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, y que mantienen influencia en civilizaciones antiguas y modernas; algunos de ellos libros “sagrados” como laTorá, la Biblia, el Corán y otros no tanto, como El Capital de Marx.
El vaivén de las guerras, revoluciones y cambios sociales hizo que Eric Hobsbawm viviera, estudiara y enseñara en los centros económicos y culturales de Occidente. Finalmente se residenció en Londres, muy cerca del Museo Británico, donde uno de sus antepasados escribió un libro fundamental, que transformó el siglo XX y probablemente también el XXI. Hasta su jubilación fue profesor de la Universidad de Londres. Muchos lo consideraban “el historiador vivo más famoso del mundo”. Su libro Historia del siglo XX, se convirtió en un éxito de librería. Pero su obra total está dividida en tres partes: La edad de la revolución, La edad del capital y La edad del imperio. Su último libro, con que cierra su largo periplo intelectual, fue recientemente publicado: Cómo cambiar el mundo(Barcelona, 2011).
Hasta donde la memoria alcanza, el siglo XX ha sido el tiempo más terrible de la historia de la humanidad, ninguno había visto las crisis económicas más profundas, las guerras más sangrientas, las bombas más destructivas, el Holocausto, el asesinato colectivo, planificado, sistemático, que copia las cadenas productivas de las grandes fábricas; la injusticia y la crueldad más inhumanas. El máximo historiador de este horror, el “inglés” Eric Hobsbawm, muere el 1º de octubre del 2012, mientras que Europa y el resto del mudo se estremecen con el desempleo infinito, las epidemias, la sequía y el hambre. ¡Pobre Eric! Nació, vivió y murió en medio de la tragedia.
Un día, alrededor de los años 70 u 80 del siglo XX, recibí una llamada telefónica de algunos amigos de izquierda para proponerme que conversara con un historiador marxista inglés que estaba de paso por Bogotá. Acordé con él encontrarnos en el Hotel Continental a las tres de la tarde. La verdad, aunque me dijo su nombre, yo no sabía quién era. Hablamos cerca de dos horas. Me preguntaba por la situación colombiana, sobre todo por la guerra campesina, y por algunos otros episodios de nuestra historia, como el de “la rebelión bolchevique” en El Líbano (Tolima), la huelga de las bananeras, etc. Yo no tomé apuntes de la conversación, pues ignoraba la importancia de mi interlocutor, aunque su identidad política estaba garantizada por quienes me invitaron a hablar con él. Se mostró muy interesado con lo que escuchaba…
En el último texto de su libro mencionado atrás, escribe lo siguiente: “A través de sus obras Marx continuó siendo una enorme fuerza en tres aspectos: como pensador económico, como historiador y analista, y como el reconocido padre fundador del pensamiento moderno sobre la sociedad”.
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