Memoriales / Especial
Alianza del Pacífico: oportunidad para superar el eterno dilema aduanero
15 de Octubre de 2014
Andrea Caicedo
Asociada Área de Aduanas y Comercio Internacional de Prietocarrizosa
Uno de los retos inherentes al Derecho Aduanero consiste en conciliar la necesidad que tiene el ordenamiento de impulsar el comercio exterior (creando un marco normativo eficiente y ágil que permita consolidar las operaciones en el marco que la dinámica global exige) con los requerimientos de control, procedimiento y fiscalización que, a su vez, protejan el debido recaudo en materia de tributación y restrinjan el ingreso de ciertas mercancías al país en virtud de políticas sanitarias, de intervención o de defensa a la producción nacional.
En ese orden de ideas, la dialéctica clásica de agilidad versus control plantea, tanto para el Gobierno como para los usuarios, un mapa de esfuerzos que no siempre son armonizables.
Es en este sentido que la Alianza del Pacífico, iniciativa de integración regional creada el 28 de abril del 2011 por Chile, Colombia, México y Perú, puede consolidarse como la oportunidad inmejorable para acercar a las dos partes de la señalada dialéctica.
En efecto, de una revisión del catálogo de sus objetivos, encontramos que los mismos propenden por la consolidación de un área de integración profunda para avanzar hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, mediante la construcción de una plataforma de articulación política, integración económica y comercial con énfasis en la región Asia-Pacífico.
Esta declaración de principios, sin embargo, no puede desligarse de la realidad de los países involucrados en la alianza. De hecho, México y Colombia son, según la Oficina Comercial de Estados Unidos, dos de las economías en Latinoamérica con mayor índice de piratería y contrabando, razón por la cual la búsqueda de la apertura no puede significar una renuncia al control, supervisión de fronteras y fiscalización de las prácticas contrarias a los intereses de los países.
En este sentido, es entendible la preocupación de las autoridades aduaneras para enfocarse en blindar las fronteras de prácticas perjudiciales y corrosivas. De hecho, lo que usualmente se percibía como una preocupación meramente gubernamental (en razón de los tributos dejados de recaudar), hoy también es empresarial.
Algunos obstáculos
En efecto, según un informe de la ANDI, los empresarios identifican fenómenos como el contrabando, el dumping, el incumplimiento de las normas legales, la importación paralela, la evasión de impuestos, las ventas sin IVA y la piratería como obstáculos de su actividad. De hecho, el 54,4 % de los empresarios manufactureros considera que aspectos como el contrabando y la competencia desleal perjudican directamente la actividad productiva de la empresa.
Sin embargo, esta preocupación no puede opacar que la teleología de la Alianza parte de la estructuración de una base normativa acordada en el capítulo de Facilitación de Comercio y Cooperación Aduanera, que se cimienta en los principios de transparencia, previsibilidad y cooperación entre aduanas, sin olvidar la búsqueda por una mayor integración y agilidad.
De esta manera, debe rescatarse que los países integrantes de la Alianza han acordado una serie de compromisos para hacer más efectivos y simplificados los procedimientos aduaneros con base en la racionalización que ofrece la metodología de gestión del riesgo.
Elementos que ya se han discutido, tales como la automatización de procesos (y la correspondiente eliminación de la discrecionalidad y arbitrariedad de funcionarios irregulares), la disponibilidad de bases de datos actualizadas, la eliminación del papel y de trámites innecesarios y la interoperabilidad, entre otros, permiten integrar los dos objetivos: por una parte, mejorar el flujo de información y controles y, por otra, efectuar los procedimientos de manera dinámica, ágil, transparente y rápida.
En virtud de lo anterior, entre otros, el Capítulo sobre Facilitación de Comercio y Cooperación Aduanera busca alcanzar el debido equilibrio entre la facilitación y el control que deben ejercer las aduanas modernas en el proceso de sus funciones, lo cual, desde su concepción misma, puede contribuir a que la mencionada dicotomía sea solo un referente de arqueología jurídica en nuestros países.
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