Memoriales / Especial Comercio y Transporte
Los incentivos y procedimientos de comercio exterior en América Latina
15 de Octubre de 2014
Martín Gustavo Ibarra Pardo
Presidente de Araújo Ibarra & Asociados
Bruce MacMaster, presidente de la ANDI, mencionaba hace poco cómo los colombianos deberíamos rectificar lo antes posible la estrategia de nuestro comercio exterior, pues se nos estaban agotando de manera acelerada las reservas de la principal fuente de divisas e impuestos del país: el petróleo (nos quedan seis años).
Al mismo tiempo, ha hecho un llamado a la reindustrialización del país, a la inaplazable creación de nuevas exportaciones de valor agregado, a la relocalización de los procesos manufactureros cerca a los puertos y a la atracción de inversión extranjera para aprovechar los acuerdos de libre comercio.
Si sustraemos el petróleo y el carbón, en el primer semestre de este año, de los 16 países con los cuales tenemos un intercambio activo como consecuencia de un acuerdo de libre comercio, con 10 tenemos una balanza comercial negativa de 9.100 millones de dólares, mientras que tan solo con seis tenemos una balanza positiva de 1.026 millones de dólares, para un déficit comercial proyectado este año, con estos países, nuestros principales socios comerciales, de 16.000 millones de dólares.
Es decir, por cada dólar que hemos logrado exportar en desarrollo de los acuerdos comerciales, hemos comprado nueve.
Expresado de otra forma, hoy el comercio exterior colombiano no es viable sin el petróleo y sin el carbón, productos que son responsables del 73 % de nuestras exportaciones (mientras que en el comercio global las manufacturas y sus insumos representan el 74 % del intercambio).
Yo he sido un fervoroso creyente de las ventajas de los acuerdos comerciales y de la capacidad que tienen los países, cuando los entienden, de sacarles gran provecho utilizándolos como palanca para lograr el desarrollo y su propia competitividad.
En el mundo moderno, sobran los ejemplos de países y regiones que se han transformado alrededor del libre comercio, sin importar su credo político: países comunistas como China y Vietnam; capitalistas, como Suiza y Singapur, y latinoamericanos y mestizos como nosotros, entre ellos México y Costa Rica.
Pero debemos ponernos en fila para entrar en la lista corta de los países receptores de las nuevas inversiones en valor agregado y tecnología y poder así capitalizar las oportunidades de los acuerdos de libre comercio.
Estrategia “defensiva”
Tenemos que cambiar de manera radical la tradicional estrategia “defensiva”, marcada profundamente en el ADN nacional, por una nueva, en donde extendamos por primera vez que tenemos que competir y ganar frente a muchos vecinos, años luz, mas entrenados y exitosos en la arena internacional que nosotros, para generar entre 10.000 a 20.000 millones de dólares de nuevos negocios internacionales.
En efecto, hemos sido muy “defensivos” y orientados hacia adentro (Gobierno y empresarios por igual) en no admitir la inmigración, en no otorgar visas al talento extranjero, en no construir infraestructura de clase mundial, en no fundar ni rediseñar ciudades en las costas, en especial en la Pacífica, y, sobre todo, en no entender nuestras nuevas oportunidades internacionales.
Hoy, la mayoría de los colombianos no sabemos para qué somos buenos en el nuevo entorno. Los últimos negocios globales nuevos que se inventaron en el país fueron las flores y los camarones, hace ya varias décadas.
Por lo anterior, creo que debemos convertir en un propósito nacional de corto plazo el ofrecer los mejores incentivos para la creación y retención de nuevos negocios de valor agregado. Ello implica, entre otras cosas, tener el mejor Estatuto Aduanero de América Latina (no uno más), rediseñar el Plan Vallejo, repotencializar el régimen de zonas francas y crear una comisión asesora mixta, en donde el sector privado y el Gobierno se dediquen a pensar cómo Colombia puede ser, por primera vez en su historia, uno de los mejores países de América Latina para los negocios y la inversión y en el eje de la Alianza del Pacífico.
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