La Superintendencia de Industria y Comercio negó las pretensiones de una demanda que buscaba, a título de efectividad de la garantía legal, la devolución del dinero pagado por la adquisición de un curso de Blockchain y criptomonedas. El consumidor no logró acreditar el incumplimiento del servicio y las causas atribuibles a la demandada, sino todo lo contrario.

No obró en el expediente prueba que acreditara la vulneración de los derechos del actor que como consumidor le asistieran. Se constató que la sociedad demandada atendió los requerimientos y ofreció diversas alternativas para facilitar su capacitación, tales como clases pregrabadas, cambio de programa o, incluso, cesión del cupo a un tercero, ninguna de las cuales fue aceptada por el interesado.

De acuerdo con el expediente, el consumidor no cursó el programa académico por razones personales ajenas al proveedor del servicio, por lo que no puede atribuírsele responsabilidad. En la reclamación directa aportada por el accionante como anexo este confiesa que no pudo atender o tomar el curso y por el cual solicitó el rembolso total del dinero pagado debido a un inconveniente con el horario.

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