La privacidad: hoy más que nunca 100 % vigente

Andrés Felipe Angel

Fundador & Director @SL Legal+ Tecnología

Miembro de alt+co

El 4 de enero, WhatsApp anunciaba al mundo el cambio de sus condiciones y política de privacidad; el plazo inicial para aceptar las modificaciones era el 8 de febrero. Sin embargo, la fuga masiva de usuarios a otras aplicaciones como Singal o Telegram, provocada por confusión o desinformación, obligó a la aplicación de mensajería instantánea de Mark Zuckerberg a aplazar la entrada en vigor de sus nuevas políticas hasta el 15 de mayo. Después de esta fecha nada cambiará (al menos eso parece), ya que los usuarios que no acepten los cambios (excepto si vives en la Unión Europea, donde no se alteran las prácticas de intercambio de datos por la aplicación del RGPD/GDPR), no podrán seguir usando la aplicación.

Los cambios que hoy parecen controversiales habían sido anunciados por Whatsapp desde julio de 2020, pero solo hasta ahora los usuarios se ven obligados a compartir con otras empresas de Facebook, datos personales como información de registro de la cuenta, número de teléfono, datos de operaciones, información relacionada con el servicio, información de la interacción con otras personas y empresas, información sobre el teléfono celular, dirección IP, y otros datos que se identifican en la sección “Información que recopilamos” de la Política de privacidad, que pueden incluir la libreta de contactos, actualizaciones de estado, perfil, etc.

De acuerdo con información publicada en la web oficial de la compañía, los cambios de sus condiciones y políticas no afectarán los mensajes personales (los cuales se mantendrán privados, cifrados y no se compartirán con Facebook), sino que  se centrarán en mejorar las funciones y experiencia en WhatsApp Business, aplicación que viene siendo usada por empresas de todo el mundo como un nuevo canal para facilitar la interacción con clientes. Las empresas usuarias de WhatsApp Business podrán almacenar, procesar y administrar los mensajes que reciben y envían a sus clientes mediante herramientas que Facebook, matriz de WhatsApp, ha creado para tal fin. Si usted contacta a una empresa que utilice WhatsApp Business, sus mensajes y, por ende, sus datos posiblemente serán usados para fines de publicidad y mercadeo.

La polémica desatada por los cambios antes mencionados, sumado a una política de privacidad con redacción ambigua y llena de tecnicismos complejos de comprender para la mayoría de los usuarios de la aplicación, no han pasado desapercibidos por algunas autoridades alrededor del mundo: en Turquía, la autoridad de competencia de ese país abrió una investigación a WhatsApp y Facebook, exigiendo suspender la obligación de compartir datos de sus usuarios; en Italia, la Garante per la protezione dei dati personali,  advirtió  en su web que el mensaje con el que Whatsapp informó a sus usuarios de las actualizaciones que se realizarán es poco claro y debe ser evaluado cuidadosamente; en México, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el 12 de enero mediante comunicado de prensa, sugirió a los usuarios de la aplicación revisar con detenimiento los cambios antes de tomar una decisión al respecto;  en la India, el mercado más grande por número de usuarios para WhatsApp, se presentó una petición ante el Tribunal Superior de Delhi; finalmente, en Colombia, nuestra autoridad de protección de datos, la Superintendencia de Industria y Comercio, inició de oficio una actuación administrativa con el objetivo de verificar el cumplimiento de la normativa colombiana de protección de datos y la implementación efectiva del principio de responsabilidad demostrada por parte de WhatsApp LLC, entidad domiciliada en EE UU.

Debemos ser conscientes de la cantidad de información que generamos y del valor que esta representa, no solo para WhatsApp, Facebook y las otras gigantes tecnológicas, sino también para todas aquellas entidades que igualmente deciden diariamente que hacer con nuestros datos: empleadores, universidades y colegios, copropiedades, gimnasios, empresas de servicios públicos, EPS, medicina prepagada, servicios de tv por streaming, operadores de telefonía celular, supermercados donde acumula puntos por fidelidad, entidades públicas, etc.

Hoy, más que nunca, la privacidad está 100% vigente, las personas están más informadas y preocupadas de lo que sucede con su información, exigiendo que esta sea usada de manera responsable y segura, prueba de esto es que, durante el 2020, las quejas recibidas por la autoridad de protección de datos colombiana se incrementaron un 37% frente al 2019. Tratar correctamente los datos y respetar los derechos y libertades de los titulares de información personal solo traerá ventajas a las entidades responsables y encargadas del tratamiento: al margen de evitar sanciones e incumplimientos legales y contractuales por malas prácticas, mantendrán e incrementarán la confianza de sus stakeholders y el mercado en general maximizarán su reputación corporativa, evitarán ser mal ejemplo y se diferenciarán positivamente de sus competidores.