La Sección Tercera condenó a la Rama Judicial por el daño moral ocasionado a un padre y a sus hijos por la sentencia que un juzgado civil de familia profirió al asignar la custodia de una menor de edad a la madre, residente en EE UU, decisión que condujo al rompimiento de la unidad familiar. En efecto, el alto tribunal encontró configurado un error jurisdiccional que condujo a producir perjuicios morales a los demandantes, el cual, si bien no se trata de un daño irreversible como la muerte, sí se trata de un perjuicio de gran magnitud, que puede asimilarse a este evento en consideración a que no se tiene certeza de cuándo volverá a reunirse este grupo familiar, que se encontraba debidamente constituido (C. P. María Adriana Marín).