La letra de cambio es un título valor que debe reconocerse de acuerdo con el hecho económico que la generó, pues el solo hecho de tenerla no da necesariamente lugar a un registro contable. Así las cosas, indicó el Consejo Técnico de la Contaduría Pública, cuando un empleado firma una letra de cambio a favor de la compañía se trata de una garantía que tiene la entidad de realizar un cobro a un tercero (empleado) y su tratamiento contable obedece al de los activos contingentes, es decir, la existencia de un activo de naturaleza posible, surgido a raíz de sucesos pasados, cuya existencia ha de ser confirmada solo por la ocurrencia o no de uno o más eventos inciertos en el futuro, que no están enteramente bajo su control.