En materia tributaria existen dos clases de obligaciones: (i) las tributarias sustanciales y (ii) las tributarias formales, tales como presentar declaraciones. Sobre estas últimas, la Dian ha indicado que sirven para hacer efectivas las obligaciones tributarias sustanciales en un tiempo y lugar determinados.

Al respecto, el artículo 579 del Estatuto Tributario establece que la presentación de las declaraciones tributarias deberá efectuarse en los lugares y dentro de los plazos que se señalen para tal efecto. Dichos plazos son el término máximo en que los contribuyentes, responsables y agentes de retención deben cumplir con sus correspondientes obligaciones con el fin de evitar sanciones.

Tratándose de las obligaciones formales, los contribuyentes o responsables directos del pago de impuestos deben cumplir los deberes que la ley o el reglamento señalen, personalmente o por medio de representantes y, a falta de estos, por el administrador del respectivo patrimonio.

Para el caso de las personas jurídicas y sociedades de hecho, deben cumplir con dichas obligaciones los gerentes, administradores y, en general, los representantes legales, responsabilidad que puede ser delegada, indicó la entidad.