En caso de pérdida o destrucción de los libros de contabilidad, se deberá proceder a su reconstrucción, dentro de los plazos y requisitos establecidos en el Decreto 2649 de 1993. Si la contabilidad fue reconstruida durante el año 2013 y se elaboró un estado de inventarios para determinar el balance inicial, no sería posible establecer cifras comparativas de los periodos anteriores, por lo que el contador público que firma los estados financieros al final de este periodo deberá expresar de manera clara e inequívoca la naturaleza de su relación con tales estados, pues la responsabilidad por la preparación y presentación de los estados financieros es de los administradores, que representan el medio principal para suministrar información contable a quienes no tienen acceso a los registros de un ente económico. Así lo indicó el Consejo Técnico de la Contaduría Pública, en concepto de marzo.