La Comisión de Disciplina Judicial (CNDJ) decidió inhibirse de iniciar una actuación disciplinaria en contra de una magistrada del Tribunal Superior de Barranquilla.

La queja que dio lugar a la decisión fue interpuesta por una mujer que consideró que había lugar a la responsabilidad disciplinaria de la magistrada en razón a que no le fue notificado debidamente un fallo de tutela proferido por la magistrada, por lo que no pudo impugnarlo oportunamente.

La Sala no encontró mérito para iniciar el proceso “pues las supuestas irregularidades atinentes al trámite de notificación de un fallo de tutela es un asunto estrictamente atribuible al personal de la Secretaría del Tribunal y no al Magistrado”.

Precisó la Comisión que “una vez la Magistrado emite el pronunciamiento, pierde el control material y funcional del proceso, pasando el expediente -conforme al reparto y asignación de funciones- a Secretaría de la Corporación, dependencia encargada de notificar y comunicar la providencia a través del medio más eficaz y expedito”.

A pesar de lo anterior, dentro del caso concreto la Corporación decidió compulsar copias a la presidencia del Tribunal con el fin de que se investigue dentro de la secretaría las supuestas irregularidades dentro del trámite de notificación del fallo de tutela en cuestión (M. P. Carlos Arturo Ramírez Vásquez).