En materia de delitos culposos, opera la denominada “prohibición de regreso”, figura según la cual no es posible atribuirle responsabilidad a quien puso la causa de la causa que generó el resultado, pues ello llevaría a desentrañar un número indeterminado de cadenas causales. Así lo explicó la Corte Suprema de Justicia, al precisar que esta institución busca negar la imputación de comportamientos inofensivos cuando son aprovechados por el agente para la comisión del delito. De otra parte, recordó que esta prohibición ha sido flexibilizada con criterios de imputación objetiva, como la posición de garante, el principio de confianza y el riesgo permitido. La corte afirmó, en el caso concreto, que a un conductor de un bus no se le puede exigir, dentro del ámbito de la actividad peligrosa que desarrolla, vigilar la manera como su ayudante cumple el rol de peatón (M.P. Jorge Luis Quintero Milanés).