Limitar uso de libros a reclusos restringe el propósito resocializador de la pena

El Consejo de Estado anuló varias disposiciones del reglamento interno de la cárcel de Cómbita (Boyacá) relacionadas con el número de libros que pueden ingresar los reclusos, pues afectaban sus derechos. El alto tribunal recordó que el Estado debe promover y fomentar el acceso a la cultura, la erudición y la ilustración de todos los colombianos, en igualdad de oportunidades.

A su juicio, limitar los libros de pasta blanda a tres por recluso restringe el propósito resocializador de la pena, pues, para garantizar el desarrollo integral del recluso, se le debe dar la oportunidad de ilustrarse y adquirir conocimientos a través de los libros, siempre y cuando estos no atenten contra el orden público y las buenas costumbres.

De otro lado, la corporación  reiteró que no toda limitación es desfavorable para quienes están privados de su libertad, pues es razonable limitar el ingreso de ciertos elementos que pueden ser utilizados para atentar contra la integridad de cualquiera de los reclusos, e incluso del mismo personal de guardia.

Con estos argumentos, negó la nulidad del aparte del reglamento que les exige a los reclusos mantener el pelo y la barba cortos, lo cual, a juicio del demandante, limitaba su derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Según el alto tribunal, dicha prohibición no pretende disminuir tal derecho, sino que busca proteger las condiciones de salubridad e higiene que, por lo general, se ven afectadas por causa del hacinamiento carcelario.

“Una persona que se encuentra privada de la libertad en establecimiento carcelario y penitenciario está bajo una particular forma de sumisión o subordinación obligacional en relación con el Estado, precisamente, por su condición de recluso”, señala la sentencia.

Finalmente, el Consejo anuló las disposiciones del reglamento que limitan la participación y votación de los reclusos en los comités de disciplina del penal.

(Consejo de Estado, comunicado, C. P. María Elizabeth García González, nov. 28/13)