Es necesario que el consumidor adquiera, utilice o disfrute un producto para la existencia de una relación de consumo

Para la existencia de una relación de consumo es inescindible que el consumidor adquiera, utilice o disfrute un producto, de ahí que pueda exigir al productor y/o proveedor el cumplimiento de los deberes que el comercio les impone, tales como la efectividad de la garantía; el suministro de información clara, veraz, suficiente, oportuna, verificable, comprensible precisa e idónea; el mantenimiento de condiciones de publicidad y el respeto en los pactos contractuales.

Por lo tanto, indicó la Superintendencia de Industria y Comercio, si un comerciante, sociedad o empresa no ha suministrado, con o sin ánimo de lucro, un bien o servicio a una persona estos no hacen parte de la relación de consumo y las acciones derivadas de la protección al consumidor no podrán ejercerse con éxito, deviniendo el asunto en un litigio inexistente entre las partes que nunca han entablado una relación jurídico sustancial de la cual se pueda exigir el cumplimiento de obligaciones.

En el caso bajo análisis, la demandada ofreció una puerta de seguridad para un apartamento ubicado en La Vega, se le consignó como anticipo la suma de $ 1.500.000, pero nunca la hizo ni devolvió la plata como afirmó que lo haría en un chat de Whatsapp. Expresó que tenía mucho trabajo y no dio fecha de entrega a pesar de haber tomado las medidas de la puerta y de haber pasado cotización. Según la demandante, al pedirle una fecha de entrega, el demandado se molestó e hizo comentarios amenazantes.

La entidad acogió la pretensión de la demandante relacionada con la devolución del anticipo que pagó al demandado, incluso, debidamente indexado, teniendo en cuenta que la indexación no es resarcitoria ni hace parte del objeto de la pretensión, sino que es una simple variación de las condiciones externas del perjuicio, debido a la depreciación que sufre el dinero en el tiempo por la incidencia de ciertos factores de la economía.