La garantía mínima de calidad e idoneidad de un bien o servicio no solo se suscribe a la calidad del objeto vendido o del servicio prestado, sino también al cumplimiento de los términos y condiciones pactados inicialmente, dentro de los cuales está la oportuna prestación del servicio, pues la no prestación o el simple retraso vulnera los intereses legítimos del consumidor, quien no ve colmadas sus expectativas.

En los casos de prestación de servicios, precisó la Superintendencia de Industria y Comercio, cuando haya incumplimiento se procederá, a elección del consumidor, a la prestación del servicio en las condiciones en que fue contratado o a la devolución del precio pagado. Así mismo, los proveedores y productores deberán suministrar a los consumidores información, clara, veraz, suficiente, oportuna, verificable, comprensible, precisa e idónea sobre los productos que ofrezcan.

La entidad resolvió una demanda relacionada con el arrendamiento de un inmueble por el cual el consumidor, por sugerencia de la inmobiliaria, pago por adelantado cuatro meses de arriendo. Sin embargo, no logró acceder y disfrutar del servicio, pues al llegar a la urbanización con su trasteo le impidieron la entrada, argumentando que la dueña del inmueble no había autorizado a la agencia inmobiliaria arrendar su apartamento.

La demandada incumplió su deber legal de garantía, vulnerando el derecho del demandante a recibir productos de calidad, vulneración que además se agravó al informarle que en un plazo de 15 días hábiles le devolvería el dinero, por lo que se ordenó, a título de efectividad de la garantía, rembolsar la suma de $ 8.304.300, cancelados por cuatro meses de canon de arrendamiento del inmueble objeto de litis.