La Corte Suprema de Justicia recalcó la importancia del alcance de la impugnación como elemento de la estructura de la demanda de casación, pues la parte interesada debe plantear, con precisión y claridad, sus pretensiones, que son de dos tipos. La primera frente a la sentencia de segunda instancia, el recurrente puede pedir su casación total o parcial; la segunda en perspectiva de lo decidido en primera instancia, se puede solicitar que, en función de ad quem, la revoque, modifique o confirme. En el caso concreto, fue inapropiadamente formulado dicho recurso extraordinario, toda vez que se omitió señalar lo que se pretendía en relación al fallo de primer grado, esto es, que se revoque, modifique o confirme. Ahora bien, la Corte aclaró que dicho yerro puede ser objeto de flexibilización, siempre que sea posible inferir la intención de la parte recurrente (M. P. Carlos Arturo Guarín, magistrado de descongestión).