El panorama actual del ejercicio de la abogacía

Las 10.000 tarjetas profesionales que han sido expedidas por el Consejo Superior de la Judicatura cada año, desde el 2008, dan cuenta de que un importante porcentaje de los bachilleres sigue convencido de las bondades de dedicar su vida profesional al ejercicio del Derecho. 

Al 31 de marzo, había 201.715 abogados inscritos en Colombia. Casi la mitad tramitó su tarjeta profesional en Bogotá y Antioquia, que, a su vez, son los lugares en los que se ofrece la mayor cantidad de programas de pregrado en Derecho, según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) del Ministerio de Educación.

El SNIES registra 144 programas en el país, de los cuales solo 20 tienen acreditación de alta calidad. El resto únicamente cuenta con el registro calificado, que certifica el cumplimiento de unas garantías mínimas de funcionamiento.

Las cifras de la Unidad de Registro Nacional de Abogados y Auxiliares de la Justicia sobre la cantidad de profesionales inscritos por departamento, por género y sobre el lugar en el que ejercen sus labores revelan cómo está integrado uno de los mercados laborales más competidos del país: el de la prestación de servicios jurídicos.

Hay una distancia abismal entre los más de 70.000 abogados que reportaron ejercer sus funciones en Bogotá y los 20 que identificaron a Vaupés como sede de sus actividades.

Los datos de las sanciones que se han impartido a los abogados que han cometido faltas disciplinarias en los últimos seis años complementan el panorama. El histórico de 5.562 sanciones impuestas a 31 de diciembre del 2010 deja un gran interrogante: ¿Está la abogacía lo suficientemente regulada?