La Corte Constitucional sostuvo que cuando el despido de un trabajador mayor se produce de manera no motivada, se presume que su salida del cargo que ocupa tiene su origen en su avanzada edad, por cuanto se trata de un acto discriminatorio frente al cual se deben tomar medidas efectivas para proteger al afectado. La Sala Séptima de Revisión de Tutelas señaló que, frente a estos casos, el trabajador debe recibir el mismo trato que una empleada en embarazo o uno que padezca de algún tipo de incapacidad. La Sala recordó la tesis acogida en la Sentencia T-649 del 2009, mediante la cual definió la “presunción de despido por motivo de embarazo o de lactancia (como) aquella que tiene lugar durante el periodo del embarazo o dentro de los tres meses posteriores al momento del parto cuando no media autorización del inspector de trabajo o del alcalde ni se tienen en cuenta los procedimientos legalmente establecidos” (M. P. Jorge Ignacio Pretelt).