“Los objetivos generales de la reforma administrativa apuntan a aumentar la eficiencia del Estado, sin tener como fin único la reducción de gastos de funcionamiento”, señaló el presidente Juan Manuel Santos al explicar los alcances de la reforma. Manifestó que los objetivos de los cambios, escisiones y transformaciones, amparados en las facultades que la Ley 1444 del 2011 le entregó, son ser más eficaces en la prestación de los servicios públicos, que haya coherencia en la administración pública y que exista una mayor cobertura y rentabilidad social de los recursos públicos. Además, explicó cuáles fueron los cambios en la estructura del Estado, qué entidades se crearon y los cuatro propósitos de las medidas: el fortalecimiento institucional para la inclusión social, la protección de derechos, la competitividad y la eficacia y eficiencia el Estado.