Padecer una enfermedad crónica no justifica la sustitución de la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario para un postulado de Justicia y Paz, concluyó la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. La corporación determinó que cuando las autoridades han garantizado los procedimientos necesarios para tratar en forma oportuna un padecimiento de esta índole y el paciente no se encuentre en riesgo de muerte, no es imperativo otorgar el beneficio. Así mismo, recordó que la propia Corte Constitucional estableció que deben aplicarse criterios de ponderación a la hora de dictaminar la procedencia de la medida sustitutiva dentro del sistema penal acusatorio. En el caso de la Ley 975 del 2005, se trata de atender la percepción de justicia de las víctimas, precepto que sería burlado si uno de los victimarios termina viviendo en su lugar de residencia, mientras enfrenta la actuación penal correspondiente a su proceso de justicia transicional (M. P. Javier Zapata).