Es razonable que el paciente deba cumplir algunos trámites administrativos para que se le preste el servicio médico, pero estos no pueden llegar al punto de obstaculizar y amenazar el goce de la vida y la integridad personal de quien requiere el servicio.

En un fallo de tutela dado a conocer recientemente, la Corte Constitucional recordó que cuando esos trámites son excesivamente demorados se convierten en barreras que atrasan irrazonablemente la prestación del servicio, aumentan el sufrimiento de las personas e, incluso, pueden agravar su condición médica.

La prestación del servicio de salud debe ser eficiente, oportuna y con calidad. Por eso, negar autorizaciones por la falta de realización de trámites administrativos excesivos, demorados y engorrosos conduce a la vulneración de ese derecho fundamental, señaló la corporación.

(C. Const., Sent. T-1030, dic. 10/10, M. P. Mauricio González)