El Consejo de Estado recordó que la buena conducta es un requisito para acceder a la pensión gracia. En esa medida, la mala conducta que justifique negar esta prestación debe reiterarse en el tiempo o, habiéndose consumado en una sola ocasión, afectar gravemente otros derechos y libertades de la comunidad educativa, impidiendo el cumplimiento de los deberes y fines estatales, especialmente los que conciernen a la eficiente prestación del servicio público de educación. De esta forma, la Sección Segunda confirmó la decisión de negar una pensión gracia a un profesor que realizó exámenes físicos en los cuerpos desnudos de varios de sus estudiantes. Para el alto tribunal, aunque no se hacía merecedora de una sanción penal, la conducta del educador era reprochable, dado que afectó los derechos fundamentales de los menores (C.P. Víctor Hernando Alvarado Ardila).