¿Todos los restaurantes deben permitir el ingreso de mascotas?

Frente a la reciente afirmación del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, acerca de querer reformar la Ley 9 de 1979 y que los restaurantes de la ciudad que deseen hacerlo permitan el acceso a mascotas, ÁMBITO JURÍDICO recuerda algunos pronunciamientos al respecto:

1. En sentencia del año 2016, el Consejo de Estado manifestó que debe primar el derecho colectivo a un medio ambiente sano por encima del interés personal de quienes poseen animales.

No obstante, agregó, no se puede pasar por alto la especial protección a la relación del hombre con sus mascotas, que se convierte en una expresión de derechos como el libre desarrollo de la personalidad y la intimidad personal y familiar.

En relación con el libre desarrollo de la personalidad, explicó que este derecho implica la posibilidad que tiene todo individuo de desarrollarse según sus propias aptitudes y capacidades, sin restricciones ajenas y adicionales a las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico (Lea: Relación entre personas y mascotas es expresión del libre desarrollo de la personalidad).  

2. Por su parte, la Corte Constitucional ha indicado que la tenencia de mascotas en lugares públicos regidos por reglamento de propiedad horizontal es una expresión al ejercicio de derechos fundamentales como el libre desarrollo de la personalidad y la intimidad personal y familiar e, incluso, en algunos eventos, el derecho a la igualdad y la libertad de locomoción.

Sin embargo, implica de manera correlativa unos deberes para sus propietarios o tenedores de cuyo cumplimiento depende, en parte, la garantía de condiciones de seguridad y salubridad en la zonas comunes para todos los residentes y visitantes.

3. El Ministerio de Salud, al resolver una inquietud de la ciudadanía, señaló que la regla general es permitir el ingreso de animales domésticos o mascotas a lugares públicos, abiertos al público o edificaciones públicas, según los parámetros básicos de convivencia y la reglamentación interna correspondiente.

Salvo, aclaró, que existan circunstancias extraordinarias que lo limiten, como sería el caso de mascotas de raza peligrosa o con comportamientos agresivos o que por el estado de salud o higiene se afecte la salud pública o se ponga en riesgo. (Lea: Riesgos para la salud humana limitan el ingreso de mascotas a lugares públicos)

Reacciones a la propuesta

Con encuesta que contratamos encontramos que el 72% de los hogares bogotanos tiene perro. Hay que cambiar la Ley 9 de 1979 para permitir a los restaurantes que deseen permitir el ingreso de mascotas, hacerlo

— Enrique Peñalosa (@EnriquePenalosa) September 2, 2018

En primer lugar, el parágrafo del artículo 265 de la Ley 9 de 1979, por la cual se dictan medidas sanitarias (norma que está vigente), dispone que no se deberá permitir la presencia de animales en los establecimientos donde se elaboren, procesen y expendan alimentos y bebidas.

Por su parte, más recientemente, el artículo 94 de la Ley 1801 del 2016 (Código de Policía), sobre comportamientos relacionados con la salud pública que afectan la actividad económica, dispone que no se debe permitir la permanencia de animales de cualquier especie que afecte las condiciones de higiene, salubridad y seguridad o que impida la correcta prestación del servicio.

Mientras que el artículo 117 señala que la permanencia de un animal doméstico o mascota se sujetará a la reglamentación interna de las edificaciones públicas que, por su naturaleza, así lo requieran. Salvo por circunstancias extraordinarias que así lo ameriten, no se podrá prohibir la permanencia de los mismos.

El tema ha ocasionado diferentes reacciones a favor y en contra, mientras algunos aplauden la iniciativa porque tal vez no los han dejado ingresar a algunos establecimientos o sitios de acceso al público con sus mascotas, otros consideran que la ciudad tiene asuntos más importantes en los que se debería enfocar la atención del dirigente.

Frente a este panorama, ¿será necesario modificar la ley, tal y como lo propone el mandatario, o simplemente que cada establecimiento, de acuerdo a sus propias condiciones y características, lo decida?