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Colectivo de mujeres presenta resultados de Comisión de la Verdad sobre víctimas del conflicto
14 de Noviembre de 2013
“Mataron mujeres, mataron niños, una cosa muy impactante que me dejó muy marcada a mí era que… había mujeres que trabajaban lo que era vender chance y decían: a ellas las matamos porque son mujeres de la calle, porque son prostitutas y les hacían muchos oprobios, mataban a las mujeres, les dañaban los senos, las encontraban violadas, o sea, pasó mucha cosa que no se denunciaba, no salía a la luz pública, sino como que quedaba en el anonimato”. Granada, Antioquia. 1999.
Este relato hace parte del informe La verdad de las mujeres: víctimas del conflicto armado en Colombia, basado en la experiencia de más de 1.000 mujeres víctimas de graves violaciones de derechos humanos, que fueron entrevistadas en distintas zonas del país.
El proyecto, liderado por el colectivo Ruta Pacífica de las Mujeres, creó una comisión de la verdad para las mujeres víctimas y sobrevivientes del conflicto armado, quienes trabajaron en la la construcción de una verdad colectiva, narrada por ellas mismas.
El informe destaca que más de una cuarta parte de las mujeres entrevistadas declaró haber sufrido violencia cuando eran niñas, la tercera parte afirmó haber sido víctima de violencia por parte de su pareja y un 15,2 % ha sufrido violencia sexual a lo largo de su vida.
“Este es un trabajo de memoria, de una comisión de la verdad, de una verdad que ha sido ocultada. No es solamente de cómo las mujeres recuerdan lo que les ha pasado, es una reflexión sobre su propia vida y es una verdad ofrecida hacia sí mismas y hacía el país, de las cosas que tienen que cambiar (…). Es una memoria frente a la insensibilización de la violencia contra las mujeres”, señaló el experto en comisiones de la verdad y coordinador del proyecto, Carlos Beristain.
Un 12 % de las mujeres entrevistadas declaró haber sufrido violencia sexual por parte de los actores armados. Estos, explica, han profundizado la violencia sexual, pues “es una violencia que humilla, que destruye la seguridad y autoestima propia de las mujeres víctimas que habitan en territorios de guerra, facilitando la sumisión o la expulsión de los territorios”.
“Las mujeres son las principales víctimas de la guerra. Sin la verdad, justicia y reparación de las mujeres no puede haber paz. Lo que hizo la Ruta Pacifica es un trabajo monumental que tal vez nos permita salir de este dolor de 50 años de guerra contra las mujeres. Ojalá eso permita que las mujeres puedan empezar a perdonar, que no es lo mismo que olvidar, sino recordar sin odio”, sostuvo, Florence Thomas, coordinadora del grupo Mujer y Sociedad.
Adicionalmente, el documento indica que el desplazamiento forzado ha afectado a tres de cada cuatro mujeres entrevistadas. La mayor cantidad de los casos corresponden a desplazamientos familiares, seguidos por los desplazamientos colectivos y los desplazamientos individuales.
Según el informe, seis de cada diez mujeres que denunciaron violencia sexual sufrieron violación sexual, manoseos en el cuerpo, amenaza de violación sexual, agresión o burla con contenido sexual.
Así mismo, han padecido formas de tortura sexual como el desnudo forzado, los golpes en senos y/o genitales, las marcas en el cuerpo como símbolo de dominio e impedimentos para utilizar determinadas ropas, entre otros abusos.
Finalmente, el documento ratifica que la violencia sexual ha sido un arma de guerra utilizada contra las mujeres convertidas en objetivo militar, cuya práctica lesiva y denigrante, obligada y no consentida, se ha convertido en un ejercicio de poder de los actores armados en cualquier tiempo y lugar durante el conflicto.
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