Choque interno en el Consejo Superior de la Judicatura

El Consejo Superior de la Judicatura vuelve a ser noticia por los cuestionamientos a su desempeño. Sin embargo, ahora las críticas no vienen de afuera, sino del interior de la corporación. En el primer día de labores tras la vacancia judicial, la salas Disciplinaria y Administrativa se hicieron críticas mutuas.

Primero, se dio a conocer el derecho de petición que el presidente de la Sala Disciplinaria, Henry Villarraga, elevó ante la Sala Administrativa pidiendo claridad sobre el informe de los viajes de los magistrados que esta publicó la semana anterior.

En su escrito, Villarraga solicitó precisar qué viajes se hicieron en encargo de funciones jurisdiccionales y cuáles no y que se explicara si los viajes de los magistrados de la Sala Administrativa fueron en clase ejecutiva o económica. Específicamente, le preguntó al presidente de la Sala Administrativa si el viaje que este realizó al lanzamiento de un libro de su autoría se hizo con viáticos de la Rama Judicial.

Además, Villarraga pidió que se certificara si los planes de descongestión de la jurisdicción disciplinaria han cumplido los indicadores de gestión y cuestionó el trato desigual que, en su opinión, se les da a las salas disciplinarias de los consejos seccionales para conformar sus plantas de personal.

En respuesta a estas solicitudes, el presidente de la Sala Administrativa, Néstor Raúl Correa, leyó un comunicado en el que afirmó que la Sala rechazaba las afirmaciones del magistrado Villarraga.

Correa explicó que el informe de los viajes de los magistrados es público y obedece a una política de transparencia. Además, recordó que cualquier ciudadano puede elevar un derecho de petición para obtener respuesta sobre el lugar y el motivo del viaje de cualquier funcionario.

Respecto a la contratación, señaló que los contratos son celebrados por la Dirección Ejecutiva de Administración Judicial. Y en lo que tiene que ver con el lanzamiento de su libro, aclaró que fueron dos viajes, el primero a Medellín, pagado por el Colegio de Jueces y Fiscales de la ciudad, y el segundo a Cali, financiado con recursos propios.

“Ni yo ni la Sala Administrativa tenemos bronca alguna con la Sala Disciplinaria, distinta, desde luego, a la que en el día de hoy ha desencadenado el inefable presidente de la Sala Disciplinaria”, señala el comunicado.

Correa también cuestionó la solicitud de creación de más de 1.000 cargos que presentó la Sala Disciplinaria, porque no se realizaron estudios suficientes sobre su necesidad: “hasta que la Sala Disciplinaria no respete la carrera, no tendrá ningún cargo adicional de descongestión”, afirmó.