El abogado que se compromete con una representación judicial se obliga a realizar oportunamente las actividades procesales tendientes a favorecer la causa defendida, para lo cual debe acudir pronta y céleremente a todos los mecanismos legales procedentes.

Así lo señaló la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, al indicar que si el abogado desatiende injustificadamente sus deberes, comete una falta contra la debida diligencia profesional.

De hecho, el profesional irresponsable que, de forma voluntaria y consciente, omite cumplir el mandato no puede trasladar a los usuarios de la justicia la carga de su propia negligencia, destacó el alto tribunal.

Con estos argumentos, la Sala confirmó la sanción de censura impuesta a una abogada contratada por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, que no interpuso el recurso de apelación contra la sentencia adversa proferida en un proceso de nulidad y restablecimiento del derecho.

A juicio de la corporación, la investigada faltó al deber de obrar con diligencia en el asunto encomendado y defraudó la confianza que la entidad depositó en ella.

(Consejo Superior de la Judicatura, Sala Disciplinaria, Sentencia 11001110200020110280001, sep. 3/14, M. P. Angelino Lizcano)

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