General
¿Se debe prohibir el uso del ‘doctor’ para referirse a los abogados?
10 de Octubre de 2016
A través del primer decreto pedagógico firmado por el alcalde de Cali, Maurice Armitage, se eliminan las palabras doctor o doctora de las actuaciones de la administración de la capital del Valle del Cauca. Según el burgomaestre, estas expresiones denotan jerarquía y exclusión.
Así mismo, dijo recientemente que “la paz se genera creando igualdad, el día que nos dirijamos el uno al otro sin marcas de diferencias vamos a entendernos mejor”. (Lea: Colombianos por adopción podrán acceder a becas para posgrados)
Con la particular disposición se eliminarán de las comunicaciones oficiales de la entidad municipal las palabras doctor, doctora, señor y señora, también los títulos que denoten algún tipo de jerarquía. De ahora en adelante, a todas las personas se les llamará por su nombre, al menos en una de las ciudades más antiguas del continente.
Armitage agregó que el trato de los servidores públicos debe hacerse con respeto, mejorando la convivencia, “vamos a dar ejemplo en Colombia, que tratemos con igualdad a las personas que vengan a solicitar un servicio a una ventanilla, así sea jefe o quien sea, todos somos iguales y deben servir con el mismo compromiso y efectividad que nos merecemos todos”.
Estrategia Tenemos Nombre
Tenemos Nombre es la estrategia de igualdad que desde la Asesoría de Cultura Ciudadana se implementará en la administración municipal, la cual busca promover la cercanía entre los servidores públicos y los ciudadanos, para fragmentar con las barreras del lenguaje que distancian o establecen desigualdad por rangos o cargos.
Para Carolina Campo, asesora de Cultura Ciudadana de Cali, el lenguaje establece un contexto en común entre dos o más personas y la forma de hacerlo genera cercanía o lejanía. “El uso del nombre propio implica un reconocimiento de la identidad del otro como un igual en términos de los seres humanos”. (Lea: Autonomía universitaria no puede limitar medidas para salvaguardar la educación)
Vale la pena decir que la Real Academia Española establece los siguientes significados para la expresión doctor/ra:
1. Persona que ha recibido el más alto grado académico universitario.
2. Título particular que da la iglesia católica a algunos santos en atención al especial valor de la doctrina de sus escritos.
3. Médico, aunque no tenga el grado académico de doctor.
4. Mujer del doctor.
5. Mujer del médico.
6. Mujer que blasona de sabia y entendida.
El doctorado en los estudios jurídicos
Si bien la disposición pedagógica no se refiere exclusivamente a los abogados, en Colombia es un trato especial que se la da a los profesionales del Derecho.
Como se recordará, el profesor de la Universidad Eafit, Maximiliano Aramburo, en una columna de opinión para ÁMBITO JURÍDICO, se preguntaba: ¿para qué sirve un doctor en Derecho, de los “de verdad”? ¿Hace el doctorado mejores profesionales? ¿Son mejores juristas los doctores-doctores?.
Para este catedrático, muchas generaciones de juristas se formaron, y se siguen formando, de la mano de profesores sin doctorado y que la doctrina con la que estudian la inmensa mayoría de los juristas del país fue escrita por no doctores. (Lea: Doctores)
Reflexionaba que la educación jurídica en manos de doctores es, realmente, un fenómeno muy reciente.
Concluyendo que quizás ahí está la cuestión central, más que pensar en la educación como una línea ascendente de la cual el doctorado está en el nivel más alto (especialización-maestría-doctorado), debería pensarse en el doctorado como un nivel simplemente “diferente” o como una línea diferente en la formación profesional.
“Si se trata de formar investigadores, el doctorado, entonces, es un punto de partida más que un punto de llegada: una suerte de habilitación, de herramientas para investigar y producir nuevo conocimiento”, agregó.
Alcaldía de Cali, Comunicado, Oct. 7/10
Opina, Comenta