“Uno de los problemas que tienen los escenarios digitales es la brecha digital”

Según el abogado David Modesto Güette Hernández, la virtualidad llegó para quedarse y eso implica que hay varias problemáticas a las que hay que hacerles frente para encontrar una solución que optimice la nueva realidad. En efecto, Güette Hernández considera que el gran problema es cerrar los ojos ante la modernidad y, por eso, invita a la comunidad jurídica, sobre todo a la más conservadora, a abrir la mente.

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cuáles son las principales problemáticas que suscita la práctica de la prueba en escenarios digitales?

David Modesto Güette Hernández: Pienso que estamos en una época en la que la institucionalidad y la razón práctica se encuentran en una constante interacción, esto ocurre porque el Derecho, claramente, no se mueve bajo el único poder de un soberano y ya otras instituciones pueden tener participación en decisiones legislativas.

Los escenarios virtuales fueron inicialmente un ideal y luego una necesidad, y lo fueron porque inicialmente las instituciones así lo requirieron, pero, posteriormente, la sociedad lo necesitó con urgencia. Hoy, se quiere cuestionar un poco por las instituciones, un poco por la sociedad. A mí me parece que se trata, más bien, de un debate influenciado por esquemas mentales y pondré un ejemplo sobre eso.

El año pasado realicé una estancia de investigación posdoctoral en la Universidad de Alicante, periodo en el cual estuve dirigido por Manuel Atienza, quien un día llamó la atención, en frente de todos, porque me vio escribiendo en el celular. Luego, hablamos y le comenté que yo acostumbraba a trabajar en el móvil, incluso, tenía toda mi información académica, al punto de que le enseñé cómo escribía a diario y leía en él. Atienza me dijo que el verdadero conocimiento solo se adquiere con libros físicos.

Esta anécdota, para mí, ejemplifica todo el debate de la virtualidad. Por una parte, existen pensadores que creen que lo habitual no puede cambiar, y, por otra, aquellos que pensamos que hay una nueva era que no puede ser detenida.

Hoy, la virtualidad y los escenarios digitales tienen como principal contradictor a los de mente conservadora, y como ellos son la generación que actualmente se encuentra con mayor injerencia en las instituciones, la han puesto a tambalear. 

Á. J: ¿Qué solución cree que podría plantearse para hacer frente a esas situaciones?

D. M. G. H.: Insisto: no estamos ante una panacea y hay debates que deben darse, como, por ejemplo, la ubicación de escenarios digitales al alcance de todos: tanto litigantes como testigos. Y esto va de la mano con otro tema, que cada vez toma más auge y está relacionado con el derecho fundamental a la conectividad, tema que no abordaré.

Quiero insistir en algo: los grandes beneficiados con el tema de las audiencias presenciales son quienes profesan el mal llamado garantismo de Ferrajoli; no estoy de acuerdo con un sistema de garantías sin herramientas, ya que un sistema de garantías sin sistema no es garantía de nada. Me refiero a los abogados que esperaban un fallo en el sistema, como cuando no podía trasladarse el procesado a la audiencia, para luego pedir libertad por vencimiento de términos o prescripción. Pensar en ese garantismo es una muestra más de cómo teorías foráneas no son aplicables sin más, mucho menos sin pensar en la tradición.

El otro gran problema que tienen los escenarios digitales está en la brecha digital, esa que se genera con abogados que no saben acceder a estas herramientas o no tienen recursos, lo que genera, a su vez, un malestar frente a esta. Y es cierto, de verdad vi sufrir muchos días a mi papá, cuando trabajó en la Defensoría del Pueblo, por no saber diligenciar un archivo Excel; se trata de una realidad que se ve exacerbada actualmente, pero que tiene solución y sobre la cual debe debatirse, sobre todo como una forma de garantizar la tutela judicial efectiva.

Á. J: ¿Es necesaria una reglamentación específica para la práctica probatoria en escenarios virtuales? En caso afirmativo, ¿qué debería incluir?

D. M. G. H.: Considero que sí debe haber una reglamentación para la práctica de pruebas en escenarios digitales, sobre todo en temas locativos. No creo que sea difícil que las universidades, trabajando de la mano con la administración de justicia y entes territoriales, puedan crear espacios para permitir conectividad, solo se necesita un cubículo, un celular y red wifi. Esta propuesta no es mía, se la escuché a Jordi Ferrer Beltrán, en una conferencia que dictó en un evento en México, en el que se pronunció sobre el caso de Colombia y la posición de las audiencias presenciales. Actualmente, me encuentro adelantando un proyecto de investigación sobre el tema, que espero pueda ser de gran ayuda.

Á. J: Dada su experiencia, ¿cómo evalúa el desarrollo de los juicios virtuales?

D. M. G. H.: Un juicio virtual requiere de mucho manejo y preparación, porque hay retos que no todos podemos comprender con antelación. Un claro ejemplo es cuando se presentan respuestas en una pantalla frente al testigo. Es obviamente un inconveniente, pero puede superarse, y para eso es el debate; abogados preparados sobre técnicas de interrogatorio, y jueces capacitados en juicios virtuales, con escenarios adecuados, lograrán sacar adelante este tema.

David Modesto Güette Hernández

Abogado egresado de la Universidad Libre de Barranquilla, especialista en Responsabilidad y Seguros, magíster y doctor en Derecho de la Universidad del Norte. También es magíster en Argumentación Jurídica de la Universidad de Alicante (España). Actualmente, es investigador, docente universitario y juez de la República.