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Actualizado hace 1 day | ISSN: 2805-6396

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“Las mujeres tributaristas tenemos un espacio propio desde hace muchos años”

29 de Mayo de 2024

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Dos han sido los reconocimientos que ha recibido la abogada Carolina Rozo Gutiérrez, socia de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU), en los últimos meses: a finales del 2023, fue nombrada miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, mientras que, hace varias semanas, fue reconocida como la Mujer Tributarista del Año, por parte del Instituto Colombiano de Derecho Tributario (ICDT).

En opinión de esta profesional, “las mujeres están muy presentes en el derecho tributario, gracias a unas grandes pioneras como son Lucy Cruz de Quiñones, Cecilia Montero, Luz María Jaramillo, entre muchas otras valerosas mujeres que llevan más de 40 años abriendo el camino de las demás”. 

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cómo recibe el reconocimiento de la Mujer Tributarista del Año por parte del Instituto Colombiano de Derecho Tributario?

Carolina Rozo Gutiérrez: Recibo este reconocimiento con mucha gratitud y, a la vez, con un sentido importante de responsabilidad. Responsabilidad con las mujeres que se dedican al derecho tributario y, especialmente, con las mujeres más jóvenes de nuestra profesión. Creo que ser ganadora de este premio me obliga a trabajar con un propósito adicional en mi vida: hacer visible e impulsar las carreras de tantas mujeres que trabajan en esta materia y que quieren hacerse un nombre en el ámbito profesional y académico.

Á. J.: ¿A qué le atribuye este reconocimiento?           

C. R. G.: Creo que el premio reconoce una carrera profesional, de muchos años asesorando a clientes en temas de derecho tributario y como socia de PPU, firma en la que crecí hasta llegar a ser socia. A la vez, es un reconocimiento de una carrera académica, en el ICDT, entidad de la cual me siento muy orgullosa de haber sido su presidenta, en el comité ejecutivo de la International Fiscal Association, en el comité de impuestos de la International Bar Association y ahora como miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia.

Á. J.: ¿El derecho tributario es un área en la que las mujeres pueden ejercer con equidad de género?

C. R. G.: Creo que sí. Las mujeres están muy presentes en el derecho tributario, gracias a unas grandes pioneras como son Lucy Cruz de Quiñones, Cecilia Montero, Luz María Jaramillo, entre muchas otras valerosas mujeres que llevan más de 40 años abriendo el camino de las demás. Gracias a estas pioneras, hoy podemos transitar este camino con la certeza de ser oídas y respetadas por nuestro criterio profesional. Creo que puede afirmarse que las mujeres tributaristas tenemos un espacio propio desde hace muchos años.

Á. J.: Nuevamente, se habla de una reforma tributaria antes de terminar el mandato del presidente Gustavo Petro. ¿Qué tan conveniente son estas reformas para la planeación empresarial?

C. R. G.: Las reformas coyunturales, destinadas exclusivamente a obtener recaudo son muy perjudiciales para el sistema tributario, la seguridad jurídica y la confianza inversionista. Las reformas tributarias deben responder a una política pública estable, con propósitos de incentivo de largo plazo y con objetivos definidos. Desafortunadamente, esta reforma no hace parte de una política pública económica, sino que sería otro instrumento de recaudo más.

Lo que se ha anunciado es una disminución de la tarifa del impuesto corporativo y un aumento del impuesto de renta de las personas naturales. No obstante, y contradictoriamente, la última reforma del 2022 aumentó el impuesto de renta de las sociedades a través de mecanismos tales como la tasa mínima de tributación y la eliminación de beneficios, lo cual hace que los objetivos de esta reforma sean incoherentes con lo que los contribuyentes estamos viviendo actualmente.

Á. J.: En su opinión, ¿qué se requiere reformar en el sistema tributario en el país?

C. R. G.: Ante todo, se requiere hacer una revisión de política pública, que debe ser coherente con una política económica seria, para determinar cuáles sectores económicos requieren instrumentos tributarios específicos e incentivos. Por ejemplo, ¿queremos que nuestro país sea un centro para la prestación de servicios digitales y tecnología? ¿Cuántos recursos aportaría ese sector a la economía? De manera congruente debe ser su régimen tributario y los beneficios fiscales atribuibles.

Hay que revisar el tema de las pequeñas y medianas empresas, que requieren un marco tributario especial. Igualmente, debe hacerse un análisis técnico, con datos y cifras, de los beneficios tributarios que tiene el Estatuto Tributario (E. T.), para determinar cuáles están funcionando y cuáles deben eliminarse por no haber contribuido a la justicia tributaria o al crecimiento de un determinado sector.

Finalmente, las autoridades tributarias deben aplicar los mecanismos para combatir el abuso tributario y la informalidad que se encuentran en el E. T., esa única medida puede mejorar el recaudo mucho más que aumentar la tarifa de las personas naturales y de los asalariados.

Á. J.: Recientemente, usted fue nombrada como miembro de la ACJ. ¿Cómo recibió esa otra distinción?

C. R. G.: La recibí como un gran honor. Ser parte de la ACJ es un logro profesional inmenso. Allí se agrupan algunos de los mejores juristas del país y es un centro de pensamiento jurídico que todos los días está produciendo y difundiendo conocimiento.  

Á. J.: A través de estas distinciones, se resalta la apertura de espacios a las mujeres en el mundo jurídico. ¿Qué tan lejos o cerca estamos de lograr una verdadera paridad de género en el ejercicio profesional del Derecho?

C. R. G.: Quizás no se trate de lograr una paridad de género en el ejercicio profesional del Derecho, sino de asegurarnos de darles a todos las mismas oportunidades para crecer profesionalmente. Que ninguna institución, firma de abogados, compañía u organización académica impida el crecimiento profesional por razones de género, familiares o personales. El objetivo es lograr que las mujeres también seamos oídas y nuestro criterio sea respetado y valorado. En últimas, las instituciones son personas y, por tanto, es responsabilidad de todos garantizar esa igualdad de oportunidades.

Carolina Rozo Gutiérrez                  

Es abogada y especialista en Derecho Tributario de la Universidad del Rosario y candidata a Ph. D. en Derecho Tributario de la Universidad de Salamanca (España). Actualmente es socia de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU) y miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, del Instituto Colombiano de Derecho Tributario y de la International Fiscal Association.

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