José María del Castillo: “Una educación sin calidad no le permitirá al país salir del subdesarrollo”

 

José María del Castillo lleva más de dos décadas formando abogados. Durante 17 años, se desempeñó como Vicedecano de la Escuela de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda y, desde el 2008, ocupa la Decanatura de esa facultad.

 

Según Del Castillo, lo mejor de participar en el proceso de preparación de juristas “es tener la posibilidad de recibir adolescentes, verlos crecer personal y profesionalmente y acompañarlos hasta el momento en que la universidad los entrega a la sociedad, para que retribuyan todo lo que de ella recibieron”.

 

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cómo ha visto la evolución y el crecimiento de esta facultad?

 

José María del Castillo Abella: En términos generales, podemos afirmar que nos consideramos satisfechos con el desarrollo que ha tenido la Escuela de Derecho en sus 26 años de existencia. Fuimos de las primeras facultades en esta área en obtener la acreditación de alta calidad y, posteriormente, la renovación, que culmina a finales del 2013.

 

Adicionalmente, los resultados de los estudiantes en los exámenes de Estado han sido ampliamente satisfactorios, así como su destacada participación en los diferentes concursos y eventos académicos que se llevan a cabo en universidades nacionales y extranjeras. Todo ello, sumado al alto nivel de nuestros docentes, nos han permitido, en tan breve lapso, posicionarnos como una de las facultades de Derecho más importantes del país.

 

Á. J.: En términos generales, ¿qué tipo de reformas cree que se deben adelantar en la formación de abogados?

 

J. M. del C. A.: El nuevo entorno de globalización del Derecho nos ha llevado a actualizar el plan de estudios, para preparar al fututo abogado en aquellas competencias donde deberá actuar, como, por ejemplo, frente a los tratados de libre comercio, en los que no solo impera la ley local, sino también la ley extranjera, así como la solución de controversias que se pueden dirimir ante tribunales locales y extranjeros.

 

En segundo lugar, la inclusión de la oralidad en nuestra justicia obliga a los estudiantes a prepararse para ejercer la profesión en esos nuevos escenarios y, por lo mismo, nos ha llevado a incluir en nuestro plan de estudios metodologías de enseñanza y asignaturas que les permitan adquirir las competencias necesarias para ello.

 

Y, en tercer lugar, estamos implementando una reforma para flexibilizar aún más el programa, para que los estudiantes en su último año puedan tomar asignaturas de las especializaciones y de la maestría, de tal manera que puedan acceder a la formación del posgrado en menor tiempo y de acuerdo con sus necesidades e intereses.

 

Á. J.: ¿Qué perspectiva de crecimiento tiene la facultad de cara a los próximos 10 años y a la renovación de la acreditación?

 

J. M. del C.: El interés primordial que tiene la rectoría y la Escuela de Derecho es continuar el proceso de internacionalización, a través de los convenios que hemos suscrito con destacadas universidades norteamericanas y europeas, y que pretende el intercambio de docentes, la posibilidad de seguir adelante con los programas de doble titulación, tanto a nivel de pregrado como de posgrado, incentivar y fomentar que nuestros estudiantes realicen semestres de intercambio, pasantías o estudios de posgrado en el exterior y, finalmente, seguir fortaleciendo nuestra nomina de docentes con profesores extranjeros.

 

Á. J.: ¿Los exámenes Saber Pro son útiles y reflejan la realidad?

 

J. M. del C. A.: A partir del cambio que, en el año 2011, el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) introdujo en los exámenes saber Pro, la información que entrega dicha entidad es precaria y, por lo mismo, ese insumo resulta insuficiente para determinar las fortalezas y las debilidades de los programas académicos. Sin duda, como se presentaban los resultados antes del 2011, dicha información, como era más precisa, nos servía, tanto a las instituciones como a los estudiantes, para detectar y corregir las falencias que se presentaban en el examen.

 

Á. J.: De cara a una futura reforma a la educación superior, ¿qué puntos cree que debería incluir esta iniciativa?

 

J. M. del C. A.: Nosotros estamos convencidos de que una educación sin calidad no le permitirá al país superar el grado de subdesarrollo en el que se encuentra. Desde este punto de vista, el Estado no solo debe preocuparse en aumentar la tasa de participación de los estudiantes que puedan acceder a la universidad, sino en que la formación que ellas brinden sea de calidad. En ese sentido, creemos que cualquier política estatal que se pretenda implantar tiene que exigirles a las instituciones de educación superior altos niveles de calidad que le permitan al futuro profesional acceder al mercado laboral en un ambiente favorable de competitividad.

 

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José María del Castillo Abella

 

Estudios realizados: abogado de la Universidad Santo Tomás y magíster en Derecho de la Universidad Sergio Arboleda.

 

Cargos desempeñados: Vicedecano de la Escuela de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda, consultor privado, docente universitario y conferencista invitado de la Universidad San Pablo – CEU de Madrid (España).

 

Cargo actual: Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda.