La transformación digital de la justicia

Gustavo Piedrahita

Director del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá

Hace unos días, por una amable invitación del Consejo Superior de la Judicatura, participé en el conversatorio Transformación digital de la Rama Judicial. Hacia un nuevo modelo del servicio de justicia, en el que coincidieron magistrados de las altas cortes, importantes funcionarios de entidades públicas, directores de centros de pensamiento, entre otros.

En el evento se analizó, desde distintos puntos de vista, el camino que hay que recorrer para la transformación de la justicia, las expectativas de la sociedad civil, la colaboración armónica entre las distintas entidades para garantizar el acceso y el rol que ha jugado la Rama Judicial para llegar a ese resultado. 

Esta importante iniciativa que se ha venido impulsando y en la que confluye la justicia y la tecnología busca fortalecer su administración a través de innovación tecnológica, procedimientos transparentes y productivos, acercándola al ciudadano y mejorando su confianza, siendo definitivamente esta una apuesta hacia el futuro.

En ese espacio, tuve la oportunidad de compartir el impulso e importancia que desde el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá hemos dado a la tecnología, poniéndola al servicio de los mecanismos alternativos de solución de controversias, manteniendo la prestación de servicios de manera ininterrumpida y acondicionándonos a lo que ahora llamamos la nueva realidad. 

Es evidente que la pandemia nos volcó a una virtualidad obligada, pero también es verdad que en poco tiempo avanzamos lo que hubiéramos hecho en años: la digitalización de más de 500 expedientes, la realización de más de 2.300 audiencias virtuales en arbitraje nacional e internacional, más de 10.000 audiencias de conciliación en derecho con acuerdos efectivos en más del 84 %, así como alrededor de 700 audiencias de conciliación en equidad son una prueba demostrativa de la efectividad de estos mecanismos.

La tecnología siempre fue relevante, pero ahora, en un mundo que nos lleva a reunirnos constantemente por mecanismos no presenciales, ha quedado comprobado que su aplicación en la justicia ha impactado positivamente en la reducción de costos y de tiempos. Solo por citar un ejemplo, con la virtualidad, hemos reducido la etapa administrativa de un tribunal arbitral de 85 a 58 días, haciendo el mecanismo aún más célere.

Además, compartir información de importancia y accesible se convierte en algo cada vez más útil. La biblioteca digital del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá es la única biblioteca especializada en mecanismos alternativos de solución de conflictos de Latinoamérica, recibiendo aproximadamente 5.000 visitas al mes desde más de 30 países, y almacenando a disposición gratuita más de 1.500 laudos de arbitraje nacional que contribuyen a la construcción del derecho en Colombia.    

Pero el camino apenas comienza: hay que seguir vinculando cada vez más la tecnología con la solución de conflictos, hay que recoger las buenas prácticas de ordenamientos jurídicos internacionales para implementar en Colombia mecanismos ODR promoviendo resoluciones ágiles y efectivas, pero lo más importante de todo: no podemos desechar todo lo que hemos avanzado en este tiempo, así que revisar la vigencia del Decreto 806 del 2020 y mantener de manera permanente sus disposiciones es una prioridad.