Un fallo de tutela de la Corte Constitucional concluye que es improcedente que las autoridades judiciales reproduzcan o impongan los roles que tienen lugar en las familias compuestas por un hombre y una mujer, “por cuanto estas no son las únicas protegidas por la Constitución. En el caso objeto de estudio, los estereotipos familiares afectaron no solo al padre sino a su hija menor de edad, sujeto vulnerable cuyo interés superior resulta resquebrajado”. Lo anterior en razón a que una decisión de instancia, que asignó de manera definitiva la custodia y cuidado de su hija a la progenitora, argumentó que solo las madres serían aptas para guardar y cuidar a las niñas, mientras los padres tendrían vedada dicha custodia por su sexo masculino (M. P. Alberto Rojas).