Con el fin de reducir el impacto que generan los lugares de culto y disminuir la informalidad en la ocupación de los mismos, la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Decreto 76 del pasado 4 de marzo, amplió los plazos previstos en el Decreto 311 del 2006, para cumplir las metas fijadas sobre los equipamientos, en armonía con las normas urbanísticas, el ambiente y el entorno social. Así las cosas, el corto plazo, que estaba previsto hasta el 2010, quedó hasta el 31 de diciembre del 2013; el mediano plazo, hasta el 31 de diciembre del 2015 y el largo plazo, hasta el 31 de diciembre del 2019.