En principio, no existe inhabilidad para que el funcionario sancionado con suspensión aspire a un cargo de elección popular, como alcalde o concejal, siempre y cuando la medida no comporte una inhabilidad especial para el desempeño de cargos públicos, por lo que es necesario estarse a lo que sobre el particular indique el respectivo fallo, señaló el Departamento Administrativo de la Función Pública. La sanción consistente en suspensión implica la separación del ejercicio del cargo en cuyo desempeño se originó la falta disciplinaria, por determinado término.