De acuerdo con la Sección Tercera del Consejo de Estado, la falsa motivación de un acto administrativo es un cargo que ataca el elemento causal, por atribuir la Administración una calificación errada a los motivos de hecho o de derecho que dan lugar a su expedición. Precisamente, este vicio se genera cuando las razones que sustentan la decisión allí consignada son contrarias a la realidad, bien sea por error o por razones engañosas o simuladas. Igualmente, su materialización puede ocurrir cuando el autor del acto le da a los motivos de hecho o de derecho un alcance que no tienen o, también, cuando los motivos que sirven de fundamento al acto no justifican la decisión (C. P. Alberto Montaña).