OPINIÓN: Cómo redactar una demanda con inteligencia artificial
Uso ChatGPT para redactar demandas sólidas y luego pido a Gemini verificar jurisprudencia reciente. La dupla perfecta.Openx [71](300x120)

08 de Agosto de 2025
Andrés Guzmán Caballero
Abogado experto en Derecho y tecnología
X: @andresguzm
Como abogado orgullosamente litigante y experto en tecnología, he añadido a mi equipo un colega que no duerme, no pide vacaciones y solo ocasionalmente entiende mis ironías: la inteligencia artificial (IA). Aunque al principio fui escéptico –¿un chatbot redactando mis demandas?–, hoy confieso que mi escepticismo inicial quedó sepultado bajo una pila de documentos perfectamente redactados, generados en cuestión de minutos.
Comienzo recomendando un equipo sin el que no salgo a una reunión: mi grabadora inteligente Plaud (https://www.plaud.ai), que transcribe y resume conversaciones al instante. Atrás quedaron mis notas ilegibles; ahora pido audios o grabaciones a mis clientes. Ellos hablan cómodamente y mi IA convierte sus relatos en textos claros, ahorrándome horas de trabajo interpretando frases incomprensibles. Ahí comienza la magia: con ella grabo las conversaciones donde mis clientes me cuentan sus casos, y en un segundo tengo los hechos claramente redactados de la demanda o documento legal que quiero elaborar.
ChatGPT vs. Gemini: ¿a quién llamar para qué?
He probado dos pesos pesados en IA generativa: ChatGPT y Gemini. ChatGPT es ese colega veterano, especialista en redacción legal, estructurada y coherente, pero con una debilidad evidente: desconoce las últimas reformas legales, porque vive atrapado en un pasado reciente. En cambio, Gemini, el empleado multitarea de Google, se mantiene actualizado gracias a su acceso directo a internet, aunque es menos pulido redactando textos extensos. En resumen, ChatGPT escribe con elegancia y estructura impecable; Gemini, con frescura y actualidad. Mi solución favorita: combinar ambos. Uso ChatGPT para redactar demandas sólidas y luego pido a Gemini verificar jurisprudencia reciente. La dupla perfecta.
Mis ‘prompts’ estrella: instrucciones para domar a la IA
La IA hace justo lo que le pides. El secreto está en los prompts:
Cinco ejemplos prácticos de ‘prompts’ para redactar una demanda
A continuación, les comparto cinco prompts (instrucciones) útiles que he utilizado al trabajar con ChatGPT y Gemini para redactar distintas secciones de una demanda. Cada prompt va acompañado de su explicación para que entiendan el porqué de su formulación. Estos ejemplos están pensados en español y adaptados al contexto legal colombiano:
Primer ‘prompt’: “Actúa como un abogado experto en derecho civil colombiano. Estructura un esquema de demanda por incumplimiento de contrato, indicando las secciones (hechos, fundamentos jurídicos, pretensiones, pruebas) y qué contenido va en cada una”.
Explicación: comenzar pidiendo un esquema general es útil para visualizar la hoja de ruta. En este prompt le decimos al modelo que tome un rol (“abogado experto”) y le pedimos un outline de la demanda. Así obtenemos un listado de secciones con indicaciones, lo que nos sirve para asegurarnos de incluir todo lo necesario. Es como tener una checklist redactada por la IA antes de empezar.
Segundo ‘prompt’: “Estos son los hechos de mi caso: (lista de hechos). Por favor, redáctalos como la sección de Hechos de una demanda, en estilo formal, claro y cronológico; ten en cuenta que cada uno tenga claras circunstancias de tiempo, modo y lugar, dime qué detalles faltan”.
Explicación: aquí alimentamos a la IA con información específica de nuestro caso (los hechos) y le pedimos redactarlos adecuadamente. Es fundamental darle todos los detalles relevantes en la lista. La instrucción de estilo (“formal, claro y cronológico”) guía a la IA para que el texto resultante tenga tono jurídico y buena estructura. Este prompt descompone la tarea: primero proveemos datos en bruto, luego pedimos el texto pulido en forma narrativa.
Tercer ‘prompt’: “Redacta la sección de Fundamentos Jurídicos de la demanda. Incluye los artículos pertinentes del Código Civil colombiano (por ejemplo, artículo 1602 sobre fuerza vinculante del contrato) y explica cómo respaldan las pretensiones del caso”.
Explicación: en este caso, dirigimos a la IA indicando qué norma legal citar. Esto es importante para evitar improvisaciones de la máquina. El modelo suele devolver un párrafo que inicia mencionando el artículo (“El artículo 1602 del Código Civil establece…”) y luego lo conecta con el caso concreto. Nosotros debemos proporcionarle esas normas pertinentes; la IA ayudará a explicar su relevancia, algo muy útil si queremos asegurarnos de la correcta argumentación jurídica.
Cuarto ‘prompt’: “Sugiere jurisprudencia colombiana relevante para un caso de (tema del caso). Menciona el nombre de la sentencia o corte y resume brevemente cómo aplicaría al caso”.
Explicación: este prompt pide apoyo en la investigación jurídica. Puede ser arriesgado, porque modelos como ChatGPT pueden “alucinar” casos si no tienen acceso a bases de datos actualizadas. Sin embargo, Gemini, con su función Deep Research, podría buscar casos reales. La idea es que la IA nos dé pistas de jurisprudencia: por ejemplo, podría mencionar “Sentencia T-123/20 de la Corte Constitucional, que trata sobre…”. ¡Cuidado!: Siempre verifico después cada jurisprudencia sugerida para confirmar que exista y que sea relevante. Esta técnica agiliza la búsqueda, pero no podemos copiar y pegar sin comprobar. Es parte de las mejores prácticas que mencionaré más adelante: verificar de forma independiente toda información legal que la IA nos dé.
Quinto ‘prompt’: “Enumera cinco posibles pretensiones para este caso, redactadas en lenguaje jurídico claro, iniciando cada una con ‘Que se…’.”.
Explicación: aquí la IA actúa como asistente creativo para la sección de pretensiones. Si le hemos dado previamente los hechos o el contexto del caso, puede listar pretensiones típicas. Por ejemplo, “Que se declare la existencia de incumplimiento”, “Que se condene a pagar X suma por daños”, etc. La instrucción de formato (“iniciando con ‘Que se…’”) es importante para obtener la fórmula correcta. Este prompt me ha servido como verificación: comparó las sugerencias de la IA con mi borrador para ver si alguna pretensión obvia falta, incluso cargo a la IA sentencias de casos similares, para que él analice la probabilidad de mis pretensiones y las redacte de forma correcta.
Riesgos y advertencias: ¡ojo con las alucinaciones!
La IA también tiene sus sombras:
- Puede inventar citas jurídicas inexistentes, riesgosísimas en un documento legal.
- No distingue fácilmente jurisdicciones (cuidado con normas extranjeras).
- Riesgo de filtración de datos confidenciales: jamás entrego información sensible sin anonimizar.
- Nunca confío ciegamente: toda respuesta es revisada y validada personalmente.
¿Falla la IA? Claro, pero también fallan los bolígrafos. Siempre tengo respaldo.
Eficiencia artificial, responsabilidad humana
Gracias a la IA, mi eficiencia se multiplicó exponencialmente. Pero no nos equivoquemos: aunque redacte demandas en minutos, jamás delego decisiones críticas ni responsabilidades profesionales en mi asistente digital. Al final del día, quien firma y responde ante las cortes y clientes soy yo, con mi título de abogado bien ganado y mi criterio intacto.
Hoy afirmo con ironía que mi colega más eficiente vive en la nube y no toma café. Gracias, querida inteligencia artificial, por permitirme recuperar tiempo para dedicarlo a lo esencial: la estrategia, la ética y, por qué no, a saborear tranquilamente un buen café colombiano.
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