Una ciudadana contrató a un abogado para que la representara en un proceso de sucesión, pero con el paso del tiempo notó que no le informaba sobre el estado de su caso, por lo que decidió ir a su oficina.

En ese encuentro, el profesional del Derecho asumió una actitud violenta e insultante y la amenazó de muerte mostrándole un cuchillo, mientras que la clienta tomó unas tijeras y le dijo a su abogado “mátame, estoy en tu oficina o nos matamos los dos”. El jurista salió del despacho y la situación no pasó de ese incidente.

La quejosa en este proceso disciplinario alegó que el suceso le ocasionó problemas físicos y sicológicos, pues pensó que perdería la vida, además señaló que el jurista intervino en la realización de un poder falso. (Lea: Suspenden a abogado por insultar a la esposa de su defendido en plena audiencia)

En su defensa, el abogado aseguró que no inició la pelea, pero fue provocado y actuó en defensa de su integridad, reconoció además que lanzó palabras fuertes.

Al confirmar la sentencia que lo sancionó con suspensión en el ejercicio de la profesión por ocho meses y multa de seis salarios mínimos mensuales, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial dijo que usar un arma blanca en el contexto descrito, lejos de ser una reacción mesurada o proporcional, demuestra una actitud que se aparta de los estándares éticos que rigen la conducta profesional de los abogados.

Este comportamiento no puede considerarse una acción orientada a la resolución de conflictos, sino una conducta que agrava el altercado y pone en riesgo la integridad de las personas presentes, concluyó la autoridad disciplinaria. (Lea: Abogados que agreden físicamente a la contraparte vulneran dignidad de la profesión)

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