Cuando un contador público otorga fe pública sobre determinadas actuaciones se entiende que las mismas están enmarcadas dentro del ámbito de su profesión y, en ese sentido, se podrá determinar la responsabilidad que se deriva de su actuar en relación con lo permitido por la normativa vigente, indicó el Consejo Técnico de la Contaduría Pública.

Ahora bien, de acuerdo con el artículo 38 de la Ley 43 de 1990, el contador es auxiliar de la justicia en los términos ahí expresados, debiendo hacer todas las aclaraciones que conlleva su responsabilidad sobre cualquier certificación que por el hecho de ser contador le solicite una autoridad, lo cual se genera por la confianza que se le reconoce.

La entidad recordó que la fe pública es la atestación o firma del contador en los actos propios de su profesión y hará presumir, salvo prueba en contrario, que el acto respectivo se ajusta a los requisitos legales o estatutarios en caso de que se trate de personas jurídicas.

En lo que tiene que ver con balances, se presumirá además que los saldos se han tomado fielmente de los libros, que se ajustan a las normas legales y las cifras registradas. Es función privativa del contador público expresar dictamen profesional e independiente o emitir certificaciones sobre balances generales y otros estados financieros.