El juez debe valorar cuidadosamente el testimonio de oídas, pues este medio de prueba busca reconstruir la verdad histórica y hacer justicia material, cuando es imposible obtener la declaración del testigo directo, recordó la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. En ese sentido, es necesario que sea un testigo de referencia de primer grado y este señale con precisión la fuente de su conocimiento, indicó. Además, se deben establecer las condiciones en que el testigo directo transmitió los datos al de oídas y la existencia de otras pruebas que refuercen las afirmaciones de este último, agregó la corporación. Por tanto, el testimonio de oídas que no está respaldado por otras pruebas carece de eficacia suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia, concluyó el alto tribunal (M. P. María del Rosario González).