¿Se responde por tentativa de homicidio aunque el lesionado haya perdido la vida?

De acuerdo con el principio de culpabilidad (artículo 12, Código Penal, Ley 599 del 2000), el causante de las lesiones a la víctima solo debe responder por lo que generó su comportamiento, explicó la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

En el caso concreto, el procesado intentó matar a la víctima, quien a pesar de la gravedad de las heridas que sufrió no falleció en el acto, sino que fue llevado al hospital, donde lo examinaron y le dieron de alta, porque debido a la insuficiencia en los exámenes que le practicaron no detectaron que tenía perforados el estómago y el riñón, no localizaron líquidos en su cavidad abdominal y no advirtieron una futura peritonitis.

La concurrencia de riesgos es indudable, pues el autor quiso matar y el servicio de salud falló al diagnosticar y al tratar.

Precisó la Sala entonces que no es factible avanzar hacia la conclusión de que fue exclusivamente la acción (conducta dolosa) del implicado la que desató todos los sucesos relevantes que desembocaron en la muerte de la víctima, porque, como se vio, hubo una intensificación en esos cursos causales a través de otro curso causal surgido en la deficiente, equivocada o insuficiente gestión de los profesionales de la salud que atendieron al herido la primera vez en el hospital, conjunto de acciones y omisiones que también incidieron en el desenlace fatal, solo que se ignora cuál intensidad tuvo o alcanzó dicha interferencia.

Se concluyó que la conducta del condenado solo puede ser adecuada a tentativa de homicidio, porque de acuerdo con los medios probatorios surgieron una serie de dudas relacionadas con la desviación del curso causal original, debido a lo que aconteció en el servicio médico, al punto de permitir pensar que de haber mediado el tratamiento indicado por las ciencias médicas probablemente la víctima hubiera podido sobrevivir (M. P. Fernando León Bolaños Palacios).