La Sala Penal de la Corte Suprema reiteró que si hay un enfrentamiento entre los principios de la legalidad de la pena y no reformatio in pejus, debe prevalecer este último. En sede de apelación, el superior no tiene poder corrector del debido proceso o adecuación de la actuación, aunque advierta errores en la dosificación de la pena, señaló la corporación. La magistrada María del Rosario González salvó parcialmente el voto. En su opinión, el principio de legalidad es de mayor jerarquía que la prohibición de la reforma en peor, por ser parte estructural del Estado de derecho (M. P. Luis Guillermo Salazar).