Dentro del proceso de revisión del artículo 225 de la Ley 600 del 2000, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó la libertad inmediata de un campesino condenado a 40 años de cárcel por un crimen que no cometió. Según la corporación, con las pruebas allegadas se evidenciaron errores en el proceso de identificación e individualización de un coautor de varias conductas punibles cometidas contra los miembros de una familia, descartando que la misma corresponda al condenado y, por ende, se acreditó una injusticia en la declaración de responsabilidad que en contra de éste campesino emitieron las instancias judiciales, por un posible homónimo. Además, precisó que, en términos de fonética, el nombre del coautor y de la persona que fue condenada son similares, diferenciándose aquellos, exclusivamente, en el segundo nombre. Por lo que el hombre dejado en libertar “pudo ser condenado como un homónimo del verdadero responsable de las conductas punibles”. Conozca todos los detalles del caso en el texto adjunto (M. P. Patricia Salazar Cuéllar).