El Consejo de Estado advirtió que la administración no está habilitada para declarar desierta una licitación porque el proponente haya incumplido requisitos formales, nimios e inútiles. Según el alto tribunal, no cualquier falencia u omisión en la presentación de ofertas puede dar lugar a su descalificación, sino únicamente motivos o causas que impidan la escogencia objetiva. De otra parte, señaló que los pliegos de condiciones no pueden señalar la inconveniencia como causal para declarar desierto el proceso de selección, pues en vez de evitar la declaratoria, la facilita y deja en manos de la administración un criterio vago e impreciso de determinación. De igual forma, precisó que la pretensión de nulidad del acto que declara desierto un proceso de selección exige no solo que se acredite su ilegalidad, sino que la propuesta del demandante merezca ser la adjudicataria (C.P. Ruth Stella Correa Palacio).