Si una sociedad no tiene revisor fiscal, porque no se encuentra en ninguno de los presupuestos legales que así lo exigen, ninguna autoridad puede obligarla a presentar documentos firmados por el mismo, indicó la Superintendencia de Sociedades. En el caso de las declaraciones tributarias, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales no puede considerar como no presentada una declaración que no ha sido firmada por revisor fiscal, cuando legalmente el contribuyente no esté obligado a tenerlo, precisó la entidad.