El anatocismo, relacionado con el cobro de intereses sobre intereses, está prohibido en la legislación, salvo algunas excepciones en materia mercantil. La Ley 45 de 1990, por ejemplo, reconoció los sistemas de interés compuesto o de capitalización de intereses, para que en operaciones de largo plazo los establecimientos de crédito utilicen sistemas de pago que lo contemplen. No obstante, la Corte Constitucional rechazó su aplicación para los créditos de vivienda, y esta posición fue acogida en la Ley 546 de 1999 (Ley Marco de Vivienda).