Un bien o servicio debe ajustarse a las características de uso y funcionamiento anunciadas, so pena de resultar el productor o proveedor responsables de todo daño que sea consecuencia de la inadecuada o insuficiente información, indicó la Superintendencia de Industria y Comercio. La demandada le ofreció a la consumidora un tratamiento estético que le permitía adelgazar en pocas semanas, sin señalar dentro del mismo algún tipo de condiciones específicas o limitaciones que debían cumplirse para obtener dicho resultado. Pese a seguir las instrucciones de dieta y realizar la compra de un faja, según lo manifestado en la demanda, la accionante no obtuvo los resultados prometidos, de manera que no logró satisfacer la necesidad para la cual contrató el servicio. La demandada simplemente le contestó que no se trataba de un tratamiento mágico o que tal vez tenía problemas hormonales o de tiroides. Así las cosas, se declaró la vulneración de los derechos de la consumidora al no habérsele brindado información clara, precisa, veraz y oportuna respecto al servicio y se ordenó la devolución del dinero cancelado.