La anotación “reestructuración”, en términos de la Circular Básica Contable y Financiera, no significa un reporte negativo de la obligación crediticia, sino un mecanismo excepcional cuyo objeto es modificar las condiciones inicialmente pactadas y permitirle al deudor atender su obligación de manera adecuada, ante el real o potencial deterioro de su capacidad de pago, precisó la Superintendencia Financiera. Los créditos reestructurados o refinanciados pueden mantener la calificación inmediatamente anterior, siempre que el acuerdo conlleve una mejora en la capacidad de pago del deudor y/o de la probabilidad de incumplimiento, indicó la entidad.