Las operaciones de consumo realizadas por menores de edad, siempre que se cumplan los requisitos de validez del negocio jurídico, entre ellos, consentimiento libre de vicios, causa y objeto lícitos, serán existentes y producirán efectos, pues los menores están comprendidos dentro de la categoría de personas naturales a las que hace referencia la definición de consumidor. Sin embargo, estos contratos están viciados de nulidad relativa, de acuerdo con lo establecido tanto en el Código Civil como en el Código de Comercio, por lo que pueden ser anulados por la justicia ordinaria, pero hasta que eso no suceda gozarán de validez desde su celebración. Así lo precisó la Superintendencia de Industria y Comercio, en concepto de febrero.