El Ministerio de Hacienda introdujo en la regulación financiera nacional la actividad de custodia de valores para los fondos de inversión colectiva, con el objetivo de proteger los recursos de los inversionistas y evitar que sean utilizados para cumplir operaciones de las sociedades administradoras o de otros clientes. Para el efecto, será obligatorio contratar con una sociedad fiduciaria la custodia. Así mismo, se definieron las obligaciones que se deben cumplir en esta actividad, entre ellas, llevar por separado la contabilidad del fondo, de acuerdo con las reglas que establezca la Superintendencia Financiera. Con el fin de incentivar la implementación de la figura en el mercado de valores, se estableció la posibilidad de aplicarla voluntariamente en la administración de recursos de terceros por parte de sociedades comisionistas de bolsa y en los fideicomisos de inversión administrados por sociedades fiduciarias.