Mercantil
Recuperar confianza, gran reto del mercado de valores
23 de Junio de 2015
Por Juan Martín Fierro
Director de ÁMBITO JURÍDICO
@jmartinfierro
Juan de Jesús Novoa y su esposa Anatilde, de 79 y 69 años de edad respectivamente, ambos nacidos en Cáqueza, se dedicaron por más de 50 años al comercio de víveres. Con los frutos de su trabajo, y pensando en mejorar las condiciones para su retiro, decidieron comprar -a su nombre y el de sus hijas- acciones de Ecopetrol y de otras empresas, animados por las campañas publicitarias que ofrecían atractiva y segura rentabilidad a los inversionistas. Para ello acudieron a los servicios de Gesvalores, una firma comisionista de bolsa que posteriormente enajenó parte de su cartera a Global Securities S. A. Comisionista de Bolsa, compañía con la que suscribieron un contrato de administración de valores. Al poco tiempo, los esposos detectaron movimientos no autorizados de los dineros entregados y luego de pedir las explicaciones respectivas, descubrieron cuantiosas operaciones que afectaron gravemente su patrimonio.
Sin mayor conocimiento del mundo de los comisionistas, ni de las operaciones que según Global habían autorizado en virtud del contrato, los esposos acudieron a la firma Ustáriz & Abogados, que llevó el caso ante la Superintendencia Financiera. Al finalizar su investigación, el ente de vigilancia y control condenó a la comisionista a rembolsar los dineros objeto de transacciones no consentidas, toda vez que “ejecutó varias operaciones de compra, venta y reporto con cargo a sus portafolios, sin que mediase –como corresponde- autorización alguna por parte de los clientes o su ordenante, quienes al ostentar la calidad de ‘clientes inversionistas’ requerían de una asesoría profesional a través de los agentes corredores designados para ello, de manera tal que pudieran tomar las decisiones respecto de su intención de inversión y expectativa de ganancia, lo cual en el presente caso no ocurrió, en la medida en que los demandantes pretendían adquirir unas acciones y recibir sus rendimientos sin consentir otras operaciones que pusieran en riesgo su patrimonio, como en efecto ocurrió, demostrándose en consecuencia un exceso en los límites del contrato de mandato por el cual [el demandante] obtuvo una pérdida (…) tanto por la compraventa de acciones como por las operaciones de reporto”.
La Superfinanciera condenó a la comisionista a rembolsar los dineros objeto de transacciones no consentidas. Foto: El Tiempo.
Si bien el fallo de la Superfinanciera les fue favorable, los demandantes impugnaron la decisión al considerar que no se liquidó debidamente la cuantía de las pérdidas sufridas, que ascienden a los 1.300 millones pesos. Global también impugnó, pero argumentando que no había ninguna irregularidad en el manejo del dinero de sus clientes.
En segunda instancia, el Tribunal Superior de Bogotá, Sala Civil de Decisión, no solamente confirmó la condena contra Global en fallo del 14 de junio de 2014, sino que reliquidó la cuantía a favor de los demandantes, que apenas ahora empiezan a hacer efectivo el rembolso de esos dineros debido al paro judicial que se prolongó por más de 73 días, el año pasado.
“Las comisionistas están redoblando esfuerzos para fortalecer sus procesos de selección de personal, los mecanismos de prevención y sanción de conductas”.
Para Álvaro Gallo Mejía, vicepresidente financiero y representante legal de Global, si bien es cierto que terminaron pagando por lo que venía de los portafolios apalancados en Gesvalores a la familia Novoa de tiempo atrás, “la Superfinanciera nos condena porque no aparecieron las órdenes de varias operaciones y eso nos obliga a redoblar esfuerzos a todos los niveles al momento de archivar una orden, verificar su contenido y cuidar que cada uno de nuestros comerciales cumpla con los criterios exigidos por el autorregulador, que pueden no ser lo más práctico para el cliente pero que le garantiza a ese mismo cliente estar protegido”.
Los escándalos de Proyectar Valores e Interbolsa, y otros casos anónimos que no han tenido repercusión mediática como el de la familia Novoa, atizan el debate acerca de si son o no suficientes las medidas que se están tomando dentro y fuera del mercado para proteger a los clientes. En esa dirección, las firmas comisionistas están redoblando esfuerzos para fortalecer sus procesos de selección de personal, los mecanismos de prevención y sanción de conductas dolosas o culposas y el registro y archivo de las operaciones, todo ello en un marco de mayor articulación con el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV) y la Superintendencia Financiera.
Ahora bien. ¿Son suficientes los ajustes que se están haciendo -por ejemplo- para mejorar el registro y almacenamiento de las órdenes dadas por los clientes a los comerciales de las firmas? ¿Cómo ponerse a tono con las mayores exigencias de los entes reguladores sin que eso afecte el dinamismo de las compañías?
Foto: Thinkstock
“Cuando entramos a este negocio en el 2007, las órdenes eran de papel y cada comercial las archivaba en una carpeta de cartulina, no había un procedimiento de archivo adecuado. Ahora es muy distinto. Todo está digitalizado y soportado. Desde hace tres años, tenemos un equipo dedicado únicamente a revisar que las órdenes cumplan con lo que exige el AMV. Es la única manera que tenemos de defendernos cuando se presente un reclamo. El no tener una orden es equivalente a un abuso o extralimitación del mandato de comisión. No digo que no haya habido errores técnicos de control y errores de mala fe de parte de algunos comerciales, pero no se puede generalizar y mucho menos afirmar que esa es una política de la firma. Trabajamos muy duro y tenemos un plan de ajuste y de monitoreo con el AMV siempre buscando las mejores prácticas. Que ser tan estrictos te pueda hacer perder dinero cuando sabes que las decisiones en este negocio muchas veces se toman en minutos, esa es otra discusión. Aceptamos que hubo inconvenientes y a lo hecho pecho. Nos aguantamos nuestra sanción, pero como firma, si Global descubre que un comercial hizo algo anormal, lo va a denunciar ante el regulador. Global no negocia con ningún comercial un reporte al regulador o a la Fiscalía si hay temas penales. Una cosa es una falla administrativa y otra es un delito”, afirma Gallón.
Por el lado de la contraparte, el calvario judicial aún no termina. A pesar de haber ganado el pleito que ordenó a Global el rembolso de los dineros, Juan de Jesús Novoa tuvo que contratar otro abogado para responder la demanda que por falso testimonio interpuso contra él la firma comisionista, al considerar que su cliente sí tenía conocimiento de las operaciones repo realizadas a su nombre.
Según Álvaro Gallo, “una cosa es que te sancionen o te condenen porque una orden no cumple con el 100 % de los requisitos y otra muy distinta que don Juan de Jesús diga ante un juez bajo la gravedad de juramento que no sabía qué era una operación repo. Hay 17 grabaciones en las que se habla de repos. Para nosotros, no cabe la menor duda de que él sí sabía qué es una repo. Lo sabía porque se le explicó de una manera clara, incluso entendible para él, que es un comerciante de Corabastos. Pero dejemos que el proceso avance y que defina quién tiene la razón”.
¿Funcionan o no los controles?
A la luz del caso Novoa, también es pertinente preguntarse si los controles ejercidos por el AMV y la Superfinanciera son suficientes y si están debidamente articulados para prevenir y sancionar cuando sea necesario. “Como gremio, le hemos pedido al autorregulador que no solo vaya tras las empresas sino también tras las personas. Claro, no se trata de evadir responsabilidades, pero también vemos que las sanciones a las empresas salen a un ritmo mientras que las sanciones a las personas que causaron el daño dentro de las empresas salen a otro o a veces nunca salen. Por más controles que se tengan, estas cosas pasan. Pasan en Bancolombia, que tiene todo, pasa en Citi, que tiene todo, porque es muy complicado cuando hay mala fe o falsificaciones. Pero si uno presume solo la mala fe, el mercado no avanza. Si cada vez que yo tengo una interacción pido ‘oiga pruébeme que usted sí es que quien dice ser en el teléfono’, ‘pruébeme tal cosa’, etc., entonces uno tiene que presumir muchas cosas y es ahí donde la gente de mala fe se mete y falsifica correos electrónicos, comunicaciones, todo a espaldas de la compañía. Claro, el regulador entra a sancionar porque hubo falta de control si es el caso, pero las personas que actuaron de mala fe, no siempre terminan siendo castigadas, como sí las firmas”, afirma Juan Carlos Gómez, presidente de Global Securities.
Gerardo Hernández. Foto: El Tiempo.
Antes de ser suspendido del cargo por la Procuraduría, justamente por el escándalo de Interbolsa (que tiene semejanzas con el caso Novoa aquí examinado), el Superintendente Financiero, Gerardo Hernández, explicó a ÁMBITO JURÍDICO que “cuando ya estaba lista la primera instancia contra Global, la Superintendencia le preguntó al AMV qué estaba haciendo al respecto. El 3 de octubre del 2013 el AMV contesta y nos dice que los hechos materia del fallo fueron parte de la investigación que se hizo allí y que dio lugar al acuerdo de terminación anticipada del 24 de diciembre de 2013. En dicho acuerdo, Global se compromete a mejorar sus procesos. Adicionalmente, el AMV nos dice que ya hay uno o dos procesos en curso contra la señora Pilar Zafra y que están bajo reserva. En cuanto a nosotros, desde 2013 venimos haciendo seguimiento a todos los temas de Global, y esos procesos de inspección nos llevan a que en este momento haya un proceso administrativo de tipo sancionatorio en curso, que no ha concluido y por lo tanto tiene reserva. Está en segunda instancia. Adicionalmente a lo que hizo el AMV, nosotros también adelantamos un proceso que puede terminar en una sanción a Global por hechos distintos pero que de alguna forma pueden estar relacionados con la situación y el comportamiento de algunos funcionarios”.
Mientras estas instancias decisorias avanzan para esclarecer si hay o no responsabilidades a cargo de Global Securities más allá del caso de la familia Novoa, cabe destacar que la Delegatura para Funciones Jurisdiccionales de la Superfinanciera ha demostrado autonomía, celeridad y eficiencia en materia de conciliaciones, investigaciones y fallos en derecho, muchos de ellos de carácter sancionatorio. En los últimos tres años, se registran más de 150 procesos con resolución definitiva, un alivio tangible para la insufrible congestión de la justicia ordinaria. Lo paradójico es que, sin importar la contundencia de esos fallos, el mercado parece no temerles, como es el caso de algunos corredores de valores sancionados que siguen operando a sus anchas a pesar de estar reportados e incluso inhabilitados en el sitio web de la Superfinanciera. ¿Por qué? “Tenemos que trabajar para que el mercado asimile las sanciones que imponemos y para que se comporte adecuadamente respecto a ellas”, reconoce Hernández. “Hace poco, sancionamos con multa y expulsión del mercado a un señor llamado Andrés Zúñiga por el caso Proyectar, pero luego supe que lo estaban proponiendo para trabajar con una compañía de seguros. Yo informé lo que habíamos hecho en ese caso y la aseguradora no lo contrató, pero lo cierto es que el mercado no da a estos fallos la importancia que deberían tener. Global, por ejemplo, ya ha tenido sanciones en años anteriores”, concluye.
Según la Superfinanciera, esa comisionista acumula multas institucionales por más de 680 millones de pesos a la fecha, sin contar aquellas de carácter personal contra sus empleados. (Vea aquí la lista completa de sanciones de la superintendencia, con corte a febrero del 2015). Según Gallo, “las investigaciones en curso contra Global por casos como el de la familia Novoa no superan las 10 y son actuaciones que vienen de los años 2008 y 2009, una cifra muy baja si se tiene en cuenta que actualmente tenemos 120.000 clientes en 900 municipios del país. Esto da cuenta de que las medidas que estamos tomando están dando resultados”.
“Le hemos pedido al autorregulador que no solo vaya tras las empresas sino también tras las personas. Las sanciones a las empresas salen a un ritmo mientras que las sanciones a las personas que causaron el daño salen a otro”: Juan Carlos Gómez, presidente de Global Securities.
Sobre la actitud indiferente del mercado ante casos probados de comisionistas de mala fe que han sido sancionados, Juan Carlos Gómez coincide con Gerardo Hernández: “nosotros hemos denunciado ante el autorregulador y ante la Fiscalía pero el mercado vuelve a contratar a estas personas de frente. Solo cuando sale un fallo de la Superfinanciera o del AMV es que actúan. Como hay tanta competencia, quien contrata a esas personas no lo llama a uno a pedir referencias y como el empleado produce plata, si eso que dicen llega a ser cierto, el empleador asume que lo puede controlar. Pero a una persona de mala fe no la controla nadie”, enfatiza.
Desde el punto de vista del cliente-inversionista y a la luz del caso Novoa, resulta preocupante la vulnerabilidad de una persona cualquiera cuando, de buena fe, deposita su dinero y su confianza en una compañía que acredita un buen nombre y una larga trayectoria en el mercado. No estamos hablando aquí de una “pirámide”, ni de una captadora de garaje, ni de un DMG. Estamos hablando de firmas reconocidas, que como en el caso de Global, cuentan con más de 15 años de experiencia y oficinas en EE UU y varios países de Latinoamérica.
Al respecto, cabe hacerse tres preguntas: ¿qué tan efectivos resultan los controles sobre las compañías comisionistas de Bolsa, en el sentido de si cumplen o no con la obligación legal y contractual de entregar información clara y oportuna a sus clientes antes, durante y después de toda operación que se realice en su nombre? Y lo que es más importante, ¿cómo se garantiza a esos mismos clientes que los procedimientos establecidos por la ley (grabaciones telefónicas, correos electrónicos, etc) para dejar constancia de la manifestación expresa de su voluntad al momento de realizar movimientos u operaciones complejas -que no en pocas ocasiones escapan a sus conocimientos del tema bursátil o financiero-, están debidamente soportados para, en caso de ser necesario, allegarse como pruebas en un eventual proceso?
La tercera gran cuestión recae, necesariamente, sobre los alcances del AMV, la instancia que en principio, y por decisión de las mismas compañías allí representadas, debe velar por la total transparencia e idoneidad de este gremio respecto a los clientes y consumidores colombianos. A la luz del caso que nos ocupa, vale decir que el AMV investigó y multó a Global Securities con 120 millones de pesos por algunos de los hechos aquí mencionados, y que en el acuerdo de terminación anticipada del proceso disciplinario contra la firma de diciembre de 2013 encontró probado “exceso de mandato respecto de 12 clientes de la sociedad comisionista”, reconociendo expresamente que el caso de la familia Novoa no es el único y que más clientes podrían estar hoy en una situación semejante sin saberlo. En efecto, el AMV encontró suministro de información inexacta e incompleta en otros seis casos de clientes, y así mismo, reveló la celebración de operaciones a nombre de varios clientes sin contar con las respectivas órdenes. Durante septiembre, octubre y noviembre de 2012, se realizaron 63 operaciones de compra y venta definitiva sobre acciones, así como operaciones repo por cuenta de varios clientes, sin contar para ello con órdenes que cumplieran los requisitos del mercado de valores. Y esto no es todo: el AMV también encontró que Global Securities incurrió en fallas técnicas en los sistemas de grabación de las líneas telefónicas, lo que impidió que esta reportara al AMV las órdenes de 23 operaciones realizadas durante seis días entre septiembre y octubre de 2012; igualmente, hubo deficiencias en el sistema de control interno y desconocimiento del deber de rendición de cuentas en relación con el mandato otorgado en un número importante de operaciones (no precisa cuántas) celebradas por Global Securities entre el 3 de mayo de 2010 y el 25 de febrero de 2011.
A pesar de estos graves hallazgos, el AMV no solamente decidió terminar anticipadamente el proceso disciplinario con Global Securities, firma que a su vez hace parte del ente autorregulador, es decir, es juez y parte, sino que impuso a la compañía, como hemos dicho, una multa de 120 millones de pesos. Lo insólito es que esa multa bajó a 80 millones porque, según el AMV, Global Securities colaboró con las investigaciones y además de despedir a los empleados involucrados en el caso de Juan de Jesús Novoa, los demandó penalmente.
Foto: El Tiempo
Sobre el particular, Gómez insiste en que Global ha venido colaborando de manera clara y permanente tanto con el AMV como con la Superfinanciera, y que a pesar de los errores cometidos por sus comisionistas contra la familia Novoa, la compañía viene implementando mejoras desde 2008 para ofrecer todas las garantías a sus clientes. “Hoy somos la firma independiente con mayor número de clientes después de dos bancos: Bancolombia y Davivienda. Tenemos un call center que no tiene ninguna firma independiente, tenemos un canal abierto con los clientes y hacemos reuniones periódicas con ellos. La única manera de volver a construir la confianza es con comunicación, y en eso el mercado tampoco ha ayudado porque uno viene y le dice a los clientes, mire, es que nosotros no somos un Interbolsa, no todas las firmas son como Interbolsa, así como no todos los constructores son como los Nule. Pero mientras uno va al mercado con ese discurso, el mercado se sacude y Ecopetrol, que estaba en 6.000 pesos ahora está en 2.000 pesos, entonces uno tiene que construir doble confianza: una, de que a nadie le van a robar la plata, y dos, de que este sigue siendo un mecanismo eficiente para invertir y crecer con un portafolio a largo plazo. De modo que el camino sí es tener más cercanía entre firmas y clientes pero sabemos que eso toma tiempo. La educación financiera es lo más importante para que los clientes se vayan empapando de todos los temas, porque si la gente entendiera porqué pasan las cosas, no dirían ‘esos son ladrones’ o pasó esto o lo otro. Si entienden la lógica detrás de muchas cosas, eso ayuda a construir confianza”.
Para saber si el AMV adelanta otras investigaciones contra Global por lo consignado en el mencionado acuerdo de terminación anticipada, este medio consultó al nuevo presidente de ese organismo, Felipe Iriarte Alvira, quien aduce no poder entregar información al respecto “de conformidad con los artículos 59 y 96 del Reglamento del AMV”, toda vez que “dicha información está sujeta a reserva”. De otra parte, al ser preguntado sobre los cambios o ajustes que consideraría necesarios para el AMV, Iriarte señala que “con independencia del caso por usted enunciado del señor Juan de Jesús Novoa, esta Corporación permanentemente procura identificar mejoras a sus diferentes procesos, entre estos, aquellos encaminados a dar celeridad a las investigaciones y procesos disciplinarios”. Más allá de las generalidades de esta respuesta, lo cierto es que el AMV tiene pendiente un pronunciamiento de fondo sobre las actuaciones de Global Securities que puedan estar lesionando el patrimonio y la confianza de sus clientes e inversionistas.
Un debate abierto
Por todo lo anterior, el debate sobre si funciona debidamente o no el AMV en Colombia está más vigente que nunca, e incluso expertos como Mauricio Rosillo, vicepresidente jurídico de Bancolombia, se han pronunciado sobre la necesidad de ajustarlo. En una columna titulada “La inminencia de la discusión y revisión del Modelo de Autorregulación del Mercado de Valores”, publicada en la edición 410 de ÁMBITO JURÍDICO, (lea la columna completa aquí) Rosillo sostiene que “La revisión del esquema de autorregulación del Mercado de Valores es un asunto que no puede seguir dilatándose. La autorregulación es sin duda una magnifica herramienta para el fortalecimiento, buen proceder y desarrollo de varios negocios o industrias, pero es en el campo del mercado de capitales en donde la tradición y el impacto han tenido mayor dimensión y notoriedad”. Más adelante precisa: “La autorregulación en el Mercado de Valores no es la solución a todos los problemas de esta industria pero si es connatural a la misma. En la medida que en que hay confianza y transparencia en el mercado de capitales, hay más dinámica de negocios, más fuentes de financiación, más alternativas de inversión, generando un espiral positivo. Por eso es tan importante y necesaria la autorregulación, porque nadie más interesado que la misma industria de valores en que el mercado funcione adecuadamente”. Y luego concluye: “(…) a pesar de que algunas voces sugieren eliminar esta figura en Colombia, la autorregulación es fundamental y esencial al desarrollo de los mercados de valores y cumple una función complementaria a la de la Superintendencia Financiera, razón por la cual sería un error acabarla. No obstante, es perentorio hacerle cambios profundos a la figura tanto desde lo normativo como desde el funcionamiento de la entidad, para así ajustarse a las nuevas realidades y corregir problemas del pasado. Ya han transcurrido cerca de diez años desde que se expidió la Ley 964 de 2004 y el decreto reglamentario de la autorregulación, y por ende una revisión de temas como las funciones, el alcance, el rol frente al Estado, el principio de no duplicidad, entre otros asuntos, es bienvenida y necesaria”.
“Creo que es el momento apropiado para presentar un conjunto de sanciones más severas para quienes incumplan el deber de asesoría en todas las etapas contractuales con los consumidores”: Luis Ustáriz. Foto: El tiempo
A su vez, Luis Ustáriz, reconocido especialista en derecho bancario y financiero y abogado de la familia Novoa, considera que para mejorar la confianza de los clientes hacia el mercado “se deben fortalecer jurídicamente las siguientes etapas desde el punto de vista jurídico: los temas de promoción; los de vinculación, la generación de órdenes y las sanciones por incumplimiento de la relación contractual. Si bien es cierto la regulación ha avanzado, se puede hacer mucho más en el propósito de fortalecer a los inversionistas. v.gr., que todas las personas comerciales que ofrecen productos estén certificadas; que los perfiles de los clientes inversionistas sean adecuados a sus niveles de riesgo; que las órdenes sean rigurosamente cumplidas; que los clientes reciban información clara y oportuna. También creo que es el momento apropiado para presentar un conjunto de sanciones más severas para quienes incumplan el deber de asesoría en todas las etapas contractuales con los consumidores”.
Para Juan Carlos Gómez, “todas las medidas de control son bienvenidas, pero en Colombia nos estamos yendo a un escenario totalmente restringido respecto a los mercados internacionales. Por ejemplo, en EEUU uno puede otorgar un poder y le mueven el portafolio de acuerdo a unos criterios. En Colombia no. Aquí cada orden tiene que ser previa, entonces si yo no ubico a una persona que quería comprar Ecopetrol y que está en medio de una reunión cuando esa acción empieza a subir pero yo lo llamo y no me contesta, no se le puede comprar nada. También las órdenes genéricas fueron eliminadas por orden del regulador. Ahora bien, si tengo que elegir entre unos controles excesivos o insuficientes, creo que los excesivos están bien. Pero van a dañar el desarrollo del mercado de valores sin lugar a dudas. Eso sí, van a ayudar a construir confianza y hoy, estamos en un tema de confianza. Entonces yo prefiero construir confianza y sacrificar el crecimiento del mercado mientras logramos esa confianza y después vamos soltando para que el mercado crezca. Pero si nosotros aflojamos hoy, esto se presta para que los de mala fe vuelvan y hagan lo mismo y si ya pasó con Proyectar, ya pasó con Interbolsa y vuelve y pasa con otro, nos fregamos, ahí sí apague y vámonos. Yo creo que sí es necesario que el mercado sea así de restrictivo. Lo que sí está mal es que en la Superfinanciera me dijeron una cosa que me dejó muy preocupado: “Nosotros estamos aquí para defender a los clientes”. Yo no soy abogado, yo soy un actor del mercado y creo que la Super está para defender al mercado. El mercado quiere decir que toda la dinámica del mercado esté reglada y se esté cumpliendo. Pero cuando uno ve que la Super está balanceada hacia el cliente, claramente no está cumpliendo la función. La función debe ser equilibrada”, concluye.
A comienzos de 2015, la Bolsa de Valores de Colombia, BVC, declaró al periódico El Tiempo, que 2014 había sido un mal año porque el índice Colcap -que agrupa a las acciones más importantes- “retrocedió 5,81%”, mientras que algunos títulos perdieron “hasta el 60% de su valor”. En medio de tales turbulencias, a las que se suma la mala imagen que han dejado escándalos como los de Proyectar Valores e Interbolsa, el Mercado de Valores colombiano debería escarmentar y asumir las reformas y ajustes que sean necesarios para evitar que casos como el de Juan de Jesús Novoa y su familia vuelvan a repetirse.
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